El sujeto se encuentra dividido entre lo que siente y lo que piensa, lo cual le genera dificultades creativas y para expresar sus talentos al mundo. En este caso, es fundamental que el individuo se acepte tal y como es, con sus excentricidades, y disfrute de sus características únicas, sin temor.
“El dolor está en el corazón o en la autoexpresión. La cura está en resolver la contradicción entre el pensamiento racional y lo que dice el corazón y ser fiel a las convicciones y sentimientos personales”
Quirón en Leo puede influir en algunos sentimientos de desestimación, lo que eventualmente hace que estas personas no se sientan reconocidas o no se sientan lo suficientemente creativas. Sin embargo, tienen todo para ayudar a otros a alcanzar su potencial y ver su individualidad positiva. Para curar las heridas que sugiere Quirón, primero tendrá que aprender a reconocer su propio valor.
Estos nativos pueden pensar que sus talentos son o han sido descuidados, pueden sentir que nunca tuvieron la oportunidad de brillar. Peor aún, pueden sentir internamente que carecen de talentos y habilidades o pueden no sentirse totalmente seguros para expresarlos. Sin embargo, tienen el don de ayudar a otros a hacer emerger su creatividad. La dificultad que demuestran para expresar sus propios talentos puede deberse a una infancia reprimida u otras situaciones diversas. Es posible que sus talentos no hayan sido explotados o que la familia quisiera explotarlos de manera equivocada o forzada.
Para ayudar a superarlo, el individuo necesita encontrar una manera de acercarse a su niño interior y despertar su creatividad. Dado que las personas con este posicionamiento pueden ayudar a otros a descubrir su potencial, un buen consejo es ser creativo con sus propios hijos. O aun, tomar clases en cualquier área que les interese. Después de todo, el potencial no realizado está ahí, latente, justo debajo de la superficie.
Leo es una energía alegre, cálida e inspiradora, pero Quirón puede limitar un poco estas características. Puede ser, por ejemplo, que el individuo siempre esté buscando disfrutar demasiado y tenga que quitar el pie del acelerador. Por otro lado, puede estar negándose a sí mismo cualquier placer cuando necesita divertirse más. La solución puede implicar entusiasmo, optimismo y equilibrio. Aceptar la necesidad de Leo de tener alegría, hacer las cosas con el corazón y hacerse notar, pero hacer todo esto de manera equilibrada y responsable. Los excesos pueden reabrir la herida, así como la total falta de diversión.