Mercurio en Cáncer – pensamiento emocional

Si se tiene a Mercurio en Cáncer, se tiene mucha empatía, intuición y sensibilidad en la forma de comunicarse. La persona es muy maternal y probablemente le encanta saber del mundo interno de otras personas. Personas imaginativas, fantasiosas, de mente intuitiva y gran memoria…. tienen una mentalidad subjetiva y son poco lógicas, guiándose más por la intuición y el instinto que por la razón.

“Son muy sensibles y a veces sus emociones pueden influir en sus pensamientos, haciéndoles cambiar de opinión con facilidad.”

Por lo que es recomendable trabajar en la tendencia a la hipersensibilidad, dependencia emocional y la importancia de cuidarse de no absorber demasiado las emociones ajenas. La personas con esta posición es como una «esponja emocional», así que los límites son importantes.

Se trata de una mente influenciada por patrones emocionales profundamente arraigados donde el pasado tiende a ser muy importante. Esta posición también indica buena memoria debido a la intensidad emocional asociada con los pensamientos. Hay una tendencia a absorber mucha información sin darse cuenta… de hecho, gran parte del proceso mental ocurre en un nivel inconsciente y se termina aprendiendo cosas incluso si no presta mucha atención.

Con Mercurio en Cáncer, la persona puede ser más influyente, fácilmente capaz de absorber las actitudes y opiniones de quienes les rodean. Con Mercurio en tensión, la persona puede convertirse en un fanático religioso o nacionalista extremo.

Esta posición de Mercurio en Cáncer hace que la persona piense mucho en sus raíces y que exista un deseo de tener lazos familiares, aunque no necesariamente tiene que ser una familia de sangre, sino que se trate de personas con las que se tenga ese sentido de pertenencia. Disfrutan de la tranquilidad doméstica y familiar.

En conclusión, si se tiene a Mercurio en Cáncer, la forma de pensar, comunicar y conectar datos suele ser muy desde lo interno, emocional y sensible. Con esta posición hay una excelente memoria, se registra todo lo que les sucede a las personas que le rodean y se tiene la capacidad de comunicarse muy bien con ellas, desde un lugar empático y cuidadoso. El gran desafío acá está en poder hablar de las emociones propias ya que muchas veces se pueden guardar las palabras por miedo a mostrarse vulnerable.

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