El dios de los mares es un muy peligroso e inestable elemento, con sus emociones puede provocar desde terribles tormentas y tempestades hasta olas tranquilas y pacíficas, por lo que nunca nadie intenta provocarlo sin un importante motivo.
Neptuno, aparte de sus caballos y de ser conocido bajo la forma de un caballo, tiene siempre a su lado a los delfines como cabalgaduras y compañeros.
Es el dios que sostiene el planeta en el que vivimos, porque el océano rodea la Tierra y soporta el peso de la tierra firme. Además, Neptuno dio forma a las costas, arrancó trozos de montañas para formar los acantilados y diseñó suaves playas. Por eso, aparte de tener a su lado sirenas traidoras, a las nereidas inigualables, a las oceánides hermosas y a los tritones poderosos, Neptuno es el señor de las ninfas, ondinas y náyades de los lagos, de los ríos, de las fuentes, todas ellas son parte de su corte y le deben pleitesía y obediencia por ser parte del mundo acuático.
Es una divinidad benefactora y generosa pero cuando su ira se manifiesta basta con un movimiento de su tridente para que ocurran grandes catástrofes.
Hijo del rey de la edad dorada Saturno y de la diosa de la fertilidad Ops. Es hermano de de Júpiter y Plutón quienes dirigen el mundo terrenal, los cielos y el inframundo. Uno de los atributos que más identifican a Neptuno es su tridente; creado por los cíclopes.
Es bien sabido que Neptuno era amante de las mujeres casadas, tal vez el mito trataba de representar la capacidad del agua para fecundar la tierra. Entre las amantes de Neptuno podemos encontrar a Menalipe, esposa del dios del viento y las tempestades; las nereidas Halia, Amimone y Tetis, quien fuera madre de Aquiles en la Ilíada; y la mismísima Ceres, hermana de él y de Júpiter. Algunas historias de la época aseveran que Neptuno también fue amante de la Gorgona Medusa, pues alguna vez fue una criatura marina.


El agua es uno de los recursos naturales que se encuentran en mayor cantidad en nuestra naturaleza, en mares, océanos, lagos, ríos, entre otros, y es uno de los elementos fundamentales que el ser humano necesita para vivir. Y desde tiempos remotos el agua ha sido una sustancia importantísima y por supuesto venerada en las culturas iniciáticas.
Un dios emocionalmente inestable que manifestaba dicha característica con diversas acciones sobre las aguas que regía.
En tanto, su peor cara se podía ver cuando algo le producía ira o enojo, ya que de inmediato se manifestaba generando los más tremendos y violentos terremotos. Era de todos los dioses el más inestable en materia emocional y por ello es que cuando se enojaba provocaba grandes tempestades.
Como buen dios mitológico que se precie de tal, Neptuno, tuvo varios amores…
Su esposa formal fue Anfítrite (diosa del mar tranquilo), aunque hubieron más mujeres en su vida: Clito, Medusa, Toosa, Ceres, Halia y Amimone.
Su esposa le dio varios hijos, conocidos como tritones…
El reino de Neptuno se encontraba en lo más profundo del mar, cuenta la mitología que era una ciudad enorme, con edificios dorados desde donde se podían observar a las criaturas marinas de las profundidades en todo su esplendor. Algunas teorías dicen que la ciudad de Atlantis era su capital y que se hundió en el mar cuando Neptuno lo tomó como su dominio.