M. Purim/Saliendo del estado de hibernación (Parte 2)…

Por: Jennifer Kelly

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Las historias entre las almas continúan, encarnación tras encarnación, hasta que las correcciones y lecciones necesarias son trascendidas para la correcta maduración y crecimiento de las almas. Y según la Kabbalah, para los patriarcas no es la excepción.

Continuamos atando los lazos entre las almas de Jacob, Rajel y Esav, pero esta vez el contexto es diferente.

Veamos… 

Érase una vez un Rey que se llamaba Ajashverosh que reinó sobre Persia en el siglo III A.E.C. La historia empieza con un gran banquete organizado por el Rey en su palacio. La esposa del Rey, la Reina Vashti, era conocida por su extraordinaria belleza. Aquella noche, el Rey, en su deseo de impresionar a sus invitados con la belleza de su mujer, le llamó para que asistiera a la fiesta, pero ella rechazó la invitación y con tal desprecio el rey ¡le mandó a cortar la cabeza!

El Rey ordenó a sus hombres que viajasen por todo el reino en búsqueda de las más hermosas doncellas, para que luego él pudiese verlas y elegir a la más bella para convertirla en su esposa y la nueva Reina. 

Lejos de ese escenario, se encuentran dos personajes: Hadassah una huérfana hermosa y  de origen hebreo. Y su tío Mordajai quien la había adoptado. Aquí tenemos la reencarnación de Jacob como Mordajai y de Rajel como Hadassah.

Llega a oídos de Mordajai que el rey está buscando esposa y le pide a Hadassah que se presente ante el rey para que sea elegida. El alma de Mordajai sabe que por esa vía puede ayudar al alma de Hadassah/ Rajel a equilibrar lo ocurrido en la encarnación pasada… toda la manipulación y energía invertida en forzar las cosas que tuvo como resultado, muchos años después, la esclavitud de todo un pueblo.

Todo en la relación de Rajel y Jacob fue forzado una y otra vez, haciendo caso omiso a las señales. Para empezar el primer embarazo gracias a la “mandragora”, la concepción que resultó fue la de Josué, quien años más tarde fue vendido por sus hermanos como esclavo y más adelante cuando llega el turno de José y sus hermanos para equilibrar su karma, se reúnen en Egipto como escenario para continuar su historia. Finalmente la familia se reúne y permanecen en Egipto, hasta que Moisés aparece en la historia unos cuantos siglos después, figurando como libertador de la esclavitud de todo el pueblo. Pero tuvieron que pasar 500 años, gracias al egoísmo, inconsciencia y obsesión de Rajel y Jacob… La manipulación de Rajel, por la vía de la magia negra esclavizó a todo un pueblo, por el deseo egoísta de concebir un hijo con Jacob. 

Finalmente Hadassah acepta ir, aunque no de buena gana. Y Mordajai le pide que cambie su, que era de origen hebreo. En este punto debo aclarar que Hadassah es una planta que significa equilibrio, y recordemos que en kabbalah todo tiene un código, por lo que Mordajai le pide que se lo cambie a Ester que significa oculto y oculte el detalle de su origen hebreo. 

¿Por qué el misterio? ¿Por qué el engaño? La respuesta es que a través de esta union del Rey y Ester, ella podía revelar mucha luz y corregir el karma que provocó debido al tema de la esclavitud a la que había llevado a todo el pueblo de Israel por medio de los actos de su vida anterior como Rajel.

Ester se presenta ante el Rey y éste se deslumbra por su belleza… y sin dudarlo, la desposa.

Luego aparece un personaje más en esta trama… Haman. El era la mano derecha del rey y resulta ser la reencarnación de Esav, hermano de Jacob. El conflicto aquí es que Haman despreciaba al pueblo de Israel, debido a su origen en la tranforamción de su hermano Jacob en Israel mismo.

La rencilla se prendió cuando Mordajai sabiendo realmente quien era Haman, no le rindió la pleitesía o respeto que él demandaba como superior. Mordejai no bajó su cabeza como lo hizo en la vida anterior. Eso prendió la furia e ira de Esav, ahora Haman. Por ello quería acabar con la vida de Mordajai, del mismo modo que deseó hacerlo en la encarnación anterior con su hermano Jacob… Pero esta vez, no sólo iría tras Mordejai sino tras todo el pueblo de Israel y su descendencia. 

Haman aprovechando sus influencias sobre el Rey lo manipula diciendo que debía matar a todo ese pueblo ya que ellos atentaban contra su prestigio, le causarían problemas y que debían sellar una petición para destruirlos. El Rey autorizó el genocidio; las autorizaciones y documentos pertinentes se escribieron y se enviaron a todas las provincias de Persia con el sello del Rey. Hamán hizo un sorteo para elegir la fecha que iniciará el genocido.

“El trece de Adar (el mes de Piscis), día de Luna Llena, fue el día seleccionado para la exterminación masiva del pueblo”

Cuando Mordejai se enteró, se rasgó las vestiduras en señal de duelo, se vistió con tela de saco y se fue a llorar ante la puerta del Rey. Cuando Ester se enteró del comportamiento de su tío, le envió nuevas ropas, pero él las rechazó y le envió un mensaje diciéndole que fuera ante el Rey y suplicara por la vida de la gente de su pueblo. La ley en Persia en ese momento era muy estricta: nadie podía acercarse al Rey a menos que fuera llamado y citado ante él; de manera que presentarse sin una convocatoria previa era una ofensa que se castigaba con la pena de muerte.

Ester respondió a su tío, diciéndole que la gente del pueblo debía ayunar por tres días, que ella haría lo mismo como ofrenda de preparación ante una situación que requería ayuda del Cielo… y así después de los tres días se acercaría al Rey. 

El ayuno se llevó a cabo y después de estos tres días, Ester, sin invitación previa, se presentó ante el Rey, quien se puso tan contento de verla en vez de molestarse y extendió su bastón real preguntando si podía concederle alguna petición. Ester solicitó que se reuniera con ella y Hamán al día siguiente en su vivienda para celebrar un banquete que prepararía. 

Cuando Hamán dejó el palacio aquella noche, vio a Mordejai y era tal el odio que le tenía, que decidió que la mañana siguiente pediría permiso al Rey para ahorcar a Mordejai públicamente en una horca de 15 metros de altura.

Esa misma noche el Rey no podía dormir y pidió escuchar los archivos en los que se registraban los eventos diarios sucedidos en palacio. Entonces el Rey se dio cuenta que muchos años atrás, Mordejai informó al Rey acerca del complot para derrocar al reino y matar al Rey. Mordejai salvó la vida del Rey y nunca fue recompensado por su lealtad. Cuando Hamán llegó por la mañana con la intención de pedir permiso para matar a Mordejai, el Rey le detuvo, para pedir consejo acerca de cuál sería la manera más apropiada de honrar a alguien que encontró el favor del Rey. 

Hamán, asumiendo que se trataba de él mismo a quien el Rey pretendía honrar, sugirió que se debería permitir a ese hombre llevar la corona y las vestiduras del Rey, montar en el caballo del Rey y pasearse por todas las calles de la ciudad. Ajashverosh aceptó la idea y le dijo a Hamán que diera este honor a Mordejai.

Enfurecido, Hamán cumplió las órdenes del Rey.

Esa misma noche sería el banquete que la Reina Ester había preparado para el Rey y Hamán. El Rey estaba tan encantado con ella, que le preguntó de nuevo si podía concederle alguna petición. Esta vez la Reina Ester pidió a su marido que le salvara la vida a ella y a la gente de su pueblo, incluyendo a su tío Mordejai, a quien el Rey había honrado esa misma mañana… El Rey estaba horrorizado ante la idea de que la vida de su reina y de su querido Mordejai estuviera en peligro y demandó saber quién era el responsable de esto. Ester contestó que era Hamán.

Hamán se arrodilló ante el Rey y suplicó por su vida, pero el Rey ordenó que Hamán fuera ahorcado en la misma horca que él había preparado para Mordejai y así éste último fue proclamado el nuevo consejero del Rey.

Sin embargo, la orden de genocidio no podía ser simplemente revocada, entonces el Rey ordenó que los Israelitas fueran informados y armados para luchar en su defensa. Debido a su conocimiento de las herramientas kabbalísticas de unidad, los 72 Nombres de Dios y su entendimiento de los ciclos cósmicos del calendario Kabbalístico, los Israelitas de Persia triunfaron sobre el ejército Persa. Despertaron el poder de los milagros disponible en el mes de Adar/Piscis y más aún, ellos fueron capaces de alterar su destino.

De esta forma las almas de Jacob (Mordajai) y Rajel (Ester) trascendieron su tikún (corrección del alma) y libraron su corrección con todo el pueblo de Israel.

La historia de Purim es realmente la historia de la batalla y victoria sobre nuestras propias dudas. Ester dijo a Mordejai que reuniera a la gente y que les hiciera ayunar durante 72 horas, dar caridad y compartir los unos con los otros. El propósito del ayuno era cortar el deseo de recibir para sí mismo y los actos de dar caridad y de compartir eran para despertar la energía de misericordia y unidad.

Mordejai reunió a la gente de su pueblo y les enseñó cómo usar los 72 Nombres para conectarse con la Luz. Cada persona dio regalos a los pobres y luego se dieron muchos regalos los unos a los otros para activar la frecuencia de energía espiritual conocida como la Luz de la misericordia. Las acciones realizadas por la gente del pueblo fueron lo suficientemente poderosas como para conectar el reino del 1% (Maljut) con el del 99% (Zeir Anpin) y crear un milagro. 

Los sabios kabbalistas explican que cada año del 13 al 15 de Adar desde el momento de la creación, la misma energía que fue revelada para Mordejai y Ester aparece.

Para que nosotros podamos conectarnos con ese poder, seguimos la fórmula: la lectura del libro de Ester, la caridad, la comida, las bebidas y los disfraces. 

Pero lo más importante es nuestro deseo de eliminar la duda de nuestro pensamiento y en su lugar, inyectar constantemente certeza.

Cuando bebemos en Purim hay solamente un objetivo: tomar lo suficiente para remover las barreras que hemos erguido en nuestras mentes y psiquis. Estas provocan bloqueos y no podemos ver la presencia del Creador en el mundo. 

La verdadera lección de Purim es que todo, lo bueno y lo malo, es una sola cosa y ambos aspectos provienen de la misma luz. Es ese el reconocimiento de que todo es exactamente como debería ser y así aceptar que los desafíos que vengan sean vividos con alegría.

Purim es un portal cósmico que provee el despertar de las áreas de nuestras vidas que han entrado en letargo y que parecen muertas. Esta energía es para todos aquellos que buscan conectar con la unidad del Todo.

Conectamos con esta ventana cósmica de Purim Cuando:

  • Escuchamos la lectura de la Meguilá de Ester 
  • Intercambiamos regalos que incluyan comida
  • Ayudando a los necesitados 
  • Damos donaciones
  • Hacemos una fiesta, ofrecemos una cena y bebemos un poquito de más hasta llegar a la tenue línea entre el bien y el mal. 

Que tengamos una conexión fantástica y que nuestro ego sea burlado en su totalidad… Sin más comparto a continuación esta cita del libro de Alicia en el país de las Maravillas que siento queda a fin a este evento…

“…sería ínútil referirme a las (aventuras) de ayer, porque yo entonces era una persona distinta.” 

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