La mayor parte del tiempo solemos enfocarnos en cómo administrar nuestro tiempo, cuando realmente deberíamos atender y aprender a administrar efectivamente nuestra energía.
Sabemos cuánto tiempo tenemos o no al día para dedicarlo a ciertas situaciones; atendemos nuestras responsabilidades y compromisos primarios y vamos descartando aquellos que no parecen de importancia para después… somos incluso aún más conscientes de cómo procurar optimizar nuestro tiempo, llevando agendas, calendarios, alarmas y recordatorios, etc. Pero, preguntémonos:
¿cómo nos va, cuando se trata de administrar nuestra energía?
Cuántas veces nos preguntamos o paramos a observar cuáles son nuestros niveles de energía, qué los consume y cómo podríamos recargarlos…
Contrariamente a lo que muchos piensan, nuestro bien más preciado no es el tiempo, es nuestra energía.
Ahora bien, existen distintos tipos de energías en nuestro sistema, las cuales necesitan un equilibrio ideal para que podamos fluir de forma óptima en el día a día y en la vida en general. Y aunque todos los síntomas que percibimos cuando nos sentimos cansados siempre los adjudicamos a nuestra falta de energía física, lo cierto es que la mayor parte del tiempo, la baja energética se relación con otras fuentes de energía importantes e imprescindibles, que debemos mantener en un óptimo nivel de carga de forma habitual.
Las fuentes energéticas que nos mantienen activos son:
- Energía emocional
- Energía mental
- Energía espiritual
- Energía física
La mayoría de las personas no las gestionamos de forma eficaz, frecuentemente nos enfocamos más en una de ellas o incluso nos limitamos a atender solamente el aspecto físico y esto hace que nuestra vida se resienta en muchos aspectos. Las distintas energías tiene una relación directa con nuestro desempeño, con los resultados que obtenemos, así como con nuestra salud y bienestar.
Actualmente existe una crisis de energía humana sin precedentes y esto está directamente relacionado con el nivel de estrés que soportamos a raíz de nuestra falta de consciencia, debido a esto invertimos el 100% de nuestras fuerzas en intentar cambiar el mundo o realidad física trabajando en todos los aspectos externos… pero dejamos completamente de lado el mundo interno, emocional, mental y espiritual sobre todo.
Cuando nuestros aspectos energéticos no se encuentran integrados proporcionalmente surgen desajustes en las distintas áreas como síntomas iniciales:
• A nivel físico: contracturas, dolores de cabeza, alteraciones del sueño, alteraciones del apetito, dolores de estómago, uñas quebradizas, caída del pelo.
• A nivel mental: falta de memoria, falta de creatividad, pensamiento demasiado crítico, falta de flexibilidad mental.
• A nivel emocional: aislamiento, histeria, disminución del umbral de alteración emocional, llanto, frecuente irritabilidad.
• A nivel espiritual: falta de fe en la vida, sentimiento de insatisfacción, impotencia, desolación, tristeza, sensación de pérdida de control, apatía, crisis existencial.
Quizás notes que has experimentado o estas experimentando varios de estos síntomas… para conocer un poco más sobre tu condición, te invito a realizar el siguiente test y así determinar cuál es tu estado de energía actual. Al final te dejo algunos consejos, que pueden ayudarte a recuperar y atender tu niveles de energía en los distintos campos.
Inatrucciones:
Califica cada frase de 0 a 10, teniendo en cuenta que 1 es totalmente falso y 10 totalmente cierto.
ENERGÍA FÍSICA
1.- No pospongo las visitas al médico.
2.- Práctico deporte 3 días a la semana.
3.- Siempre desayuno antes de salir de casa.
4.- Siento que duermo suficiente.
5.- No tomo analgésicos, ibuprofeno o protectores gástricos habitualmente.
6.- Cuando lo necesito, me voy a hacer un masaje o un spa.
7.- Para mí, la alimentación es algo importante, mantengo una dieta equilibrada.
8.- No tengo ninguna dependencia (tabaco, alcohol u otras sustancias).
9.- Al final del día, todavía tengo energía.
10.- Intento superarme en los deportes que practico habitualmente.
MI ENERGÍA FÍSICA SUMA __ SOBRE 100, ESTOY AL __%
Recomendaciones para la renovación de la Energía Física: Haz ejercicio con una rutina. Ejercicio de estiramientos, resistencia o cardiovascular. Aliméntate en menor cantidad, pero más veces al día (al menos 5). Duerme más y mejor. Respira conscientemente al menos 5 minutos al día para facilitar la oxigenación y reducir la fatiga. Desayuna antes de salir de casa. Hazte masajes o spa casero de forma periódica. Haz una dieta energética. Incrementa tus retos en el deporte.
ENERGÍA EMOCIONAL
1.- Cada semana paso tiempo con las personas que son importantes para mí.
2.- Tengo amigos cercanos para hablar de mis problemas.
3.- Me siento valorado en mi trabajo.
4.- Tengo espacios de soledad cuando los necesito.
5.- Tengo un grupo de amigos que veo frecuentemente.
6.- Tengo una buena relación con mis superiores.
7.- No preciso de imponer mi opinión de forma autoritaria, expongo mis razones.
8.- Cuando escucho a alguien, me esfuerzo por entenderlo, en vez de pensar mi respuesta.
9.- Me intereso por entender a los demás, no por exponer mi punto de vista al respecto.
10.- Cuando atiendo a un cliente, estoy totalmente centrado en qué me cuenta.
MI ENERGÍA EMOCIONAL SUMA__ SOBRE 100, ESTOY AL__%
Recomendaciones para la renovación de la Energía Emocional: Práctica coherencia cardíaca al menos 5 minutos al día. Sueña con planes de futuro. haz listas de cosas que te hacen ilusión. Queda más frecuentemente con aquellos amigos que te refuercen. Habla con personas que tengan tus mismos problemas o dificultades. Escribe sobre tus emociones. Presta atención a los pequeños detalles y celébralos. Expresa gratitud al final del día. Empieza el día con una emoción positiva y visualízala. Practica la escucha plena con clientes, amigos y compañeros. Planifica en tu agenda llamadas a amigos y familiares. Celebra más éxitos con tus compañeros y con tu familia. Llama a personas que quieres y que hace tiempo que no ves.
ENERGÍA MENTAL
1.- Logro que las presiones no me sobrepasen, les doy la importancia adecuada.
2.- Me es fácil concentrarme en el trabajo.
3.- Casi nunca me olvido de nada.
4.- Gestiono mi tiempo muy eficientemente.
5.- Siempre veo el lado positivo de las cosas.
6.- Busco innovar y ser creativo en las diferentes tareas que realizo en mi trabajo.
7.- Practico meditación.
8.- Tengo retos que me estimulan en mi trabajo.
9.- Nunca me llevo los problemas a casa.
10.- Nunca hago dos cosas a la vez.
MI ENERGÍA MENTAL SUMA__ SOBRE 100, ESTOY AL__%
Recomendaciones para la renovación de la Energía Mental: Evita la multitarea. Especialmente al llegar a casa. Relaja tu mente. Realiza meditación. Ten intervalos de descanso. Practica un deporte que requiera concentración como el Yoga. Planifica el tiempo: Ajusta tu energía mental a la mayor necesidad de concentración. Evita el perfeccionismo. Dedica tiempo a hobbies. Márcate retos intelectuales. Lee libros que te estimulen intelectualmente.
ENERGÍA ESPIRITUAL
1.- Me siento muy comprometido con mi trabajo.
2.- Dedico tiempo a reflexionar sobre mi futuro y mi vida.
3.- Frecuentemente me involucro en causas sociales o actividades sin ánimo de lucro.
4.- Tengo sueños y aspiraciones que guían mi vida.
5.- Dedico tiempo suficiente a aquello que es importante en mi vida.
6.- Hay personas que admiro y me sirven de inspiración.
7.- Siento control de las cosas que suceden en mi vida.
8.- Aprendo de otras maneras de vivir que puedan enriquecer la mía propia.
9.- No llego a todo.
10.- Practico alguna religión o filosofía espiritual que me ayuda en el día a día.
MI ENERGÍA ESPIRITUAL SUMA__ SOBRE 100, ESTOY AL__%
Recomendaciones para la renovación de la Energía Espiritual: Reevalúa lo que tienes y lo que quieres. Actúa coherentemente entre lo que dices y haces. Agradece y aprecia, no des nada ni a nadie por sentado. Ponte al servicio de otros. Involúcrate en algún movimiento social o que abarque más que a ti mismo. Busca momentos de silencio para evaluar lo que has hecho bien y lo que puedes mejorar. Experimenta tu espiritualidad sin importar la corriente, encuentra tu propio estilo. Conecta con tu yo interno, con la divinidad que habita en ti diariamente.