Era el inicio del 2020 y yo aún manifestaba brotes de una alergia horrible sobre mis párpados… nada nuevo en realidad, es solamente que nunca sabía cuándo el ataque de la mancha roja me visitaría de nuevo, en uno de mis párpados o en ambos.
Las mañanas, por muchos años, fueron inciertas y no sabía que día podría usar mis cremas como cualquier mujer “normal” y maquillarme como quisiera sin sentir molestia, dolor o picor en la zona de los párpados. Aunque debo ser sincera que después de un tiempo tales molestias no se presentaban, sino simplemente pequeñas placas de irritación en una pequeña zona del párpado, la piel se resecaba y se inflamaba, luego se agrietaba y finalmente, después de casi una semana empezaba a cicatrizar, dejando marcas horribles en la piel que dejaban una textura incómoda y fea para maquillar…
Habían semanas en que sentía que finalmente la maldición había sido rota jajajaja, pero luego por sorpresa, cuando ya incluso se me había olvidado la posibilidad de que ocurriera de nuevo, PUM!!! Aparecía otra vez… y allí estaba yo nuevamente molesta, triste, frustrada con el o los ojos hinchados y rojos.
Recuerdo que hubo un año, el 2015 para ser exacta, en que no me maquillé más. Había ido a varios dermatólogos y en lo que coincidían todos era que tengo una piel ultrasensible que reacciona de manera alérgica fácilmente, incluso determinaron que mi piel era de tipo “cartográfica”… es la manera en que se denomina la piel que queda con marcas si nos rascamos, si usamos algo muy ajustado o que reacciona de manera exagerada ante raspones, golpes o picaduras. Y me diagnosticaron don “Dermatitis Atópica”
Yo en cambio, opino que mi piel es bastante expresiva y aunque yo intente ocultar lo que siento y hacerme la dura… ¡la piel me delata!
Así es que después de todo un año de salir a todas partes sin la más mínima capa de maquillaje, aprendí a aceptar mis imperfecciones y sobre todo a que no me importe lo que otros piensen sobre cómo me veo, siempre que yo me sintiera cómoda y en paz, el resto estaba de más. Había gastado mucho dinero en productos medicados y marcas de prestigio jajajaja, y cuando digo que gasté, es que GASTÉ MUCHO, porque para nada fue inversión, nada funcionaba…
Pero luego, incluso cuando deje de ponerme cremas, contornos de ojo, sombras, delineadores, máscara de pestañas, etc… habían días en que los brotes ocurrían sin causa aparente, lo que resultaba muy confuso pues pareciera que no importaba que hiciera o dejara de hacer, simplemente estaba destinada a ello. Y eso… era algo que me llenaba de enojo!!!
Así qué un día intenté probar algo que no tuviera que ver con dermatólogos ni tratamientos. Una amiga me hablo sobre la biodescodificación biológica y me di a la tarea de leer todo lo relacionado a lo que me ocurría. Luego Josh, me hablo desde la perspectiva de la Nueva Medicina Germánica… y poco a poco las cosas iban tomando otro sentido. No se trataba solo de mi piel y de los productos que podían provocarme alergia, al parecer se trataba de algo mucho más profundo; todas las señales me indicaban una serie de cosas relacionadas con:
- No querer ver algo que era muy doloroso (por tratarse de la piel de los párpados)
- Conflicto de separación (por tratarse de la piel)
- Conflictos emocionales
- Etc.
Si bien no me resistiría a los datos que me mostraban ambas técnicas, no me quedaba del todo claro y las cosas continuaban igual… pasaron los años, casi 4 años, para ser exacta. Hasta que me enfoqué de lleno en el estudio de la Astrología, un estudio que según yo no tenía nada que ver con mi problema de la piel; pero ya en medio de todo esto, partiendo por mi carta natal y profundizando en todo lo que tiene que ver con “ser Capricornio”… BINGO!!!… todo empezó a tomar forma.
Desde la perspectiva de la Astrología Kabbalística estudiamos cada signo con sus fortalezas y debilidades, los retos y aprendizajes que vienen a experimentarse. Según la Kabbalah, nosotros no nacemos siendo lo que marca nuestro Signo Solar, sino venimos a convertirnos en ello a través de la experiencia de vida… lo que conlleva trascender todos los retos que esto implica.
Y Oh sorpresa!!! Uno de los retos de Capri literalmente está en la piel…
Resulta que todo signo tiene un aspecto físico determinado por órganos o partes clave del cuerpo físico que se ven afectadas cuando bajamos la vibración o actuamos de manera negativa. Para Capri estos puntos sensibles son: la piel, los huesos y los dientes…
El sistema óseo pertenece al terreno corporal de las cabritas. El esqueleto, la columna vertebral y los huesos son los que nos sostienen en el mundo, le dan estructura al resto de los órganos del cuerpo y nos sobreviven después de la muerte. La función saturnina (Saturno regente de Capricornio) es la que le da estructura a todas las cosas.
En general, cuando hay mala calcificación, cuando hay fracturas frecuentes o malformación de huesos, se debe buscar la falla en la zona Capricornio de cada uno, que se refiere a que tenemos que pararnos mejor en la tierra, estar atentos y firmes, autosostenidos y arraigados. En general los nativos de este signo suelen tener huesos fuertes y dientes bien formados, aunque el desequilibrio energético los lleva a padecer algunos problemas. También las dolencias cervicales y contracturas son muy típicas de este signo. Sostenemos mucha tensión, nos cuesta dejar de trabajar, cargamos demasiadas responsabilidades sobre la espalda y esto termina afectando la postura y comprimiendo los órganos.
Pero otro punto clave y sin duda el más sensible, se trata de la piel de los Capri… el simbolismo de la piel es muy significativo ya que es la última capa de nuestro envoltorio físico, por lo tanto delimita y marca de esta manera un límite.
Y allí encontré la palabra clave!!! Cómo no lo había visto… LÍMITES, la lección más fuerte de Saturno el Señor de los Anillos de hielo con los que nos enseña a marcar “Límites Sanos”
Tomar conciencia de nuestros límites es necesario para todos, pero para las personas que tienen una influencia importante o nacieron bajo el signo de Capricornio, mucho más!!! Así que seguí las pistas y me tocó profundizar en la oscuridad de mi lado más Capri, ese que trata sobre afrontar las emociones que no se desean ver de frente, emociones que yo misma había puesto allí a causa de mi falta de capacidad para poner límites saludables prácticamente en todo y a todos. Y aquí podría extenderme mil párrafos más para contarles mil historias de cómo permití que la gente, abusara de mi confianza, de mi bondad, de mi aguante y paciencia, de mi naturaleza de compartir… al punto que, quien pudo literalmente me arrancó pedazos y el corazón mismo, sin importar qué tanto pudiera dolerme… y cuando no pude dar más, pues quedaba como la mala del cuento jajaja
Pero para que irnos al drama… vamos a la solución que es a donde nos interesa.

Un día platicando con una experta en estética ecológica y natural, le comenté respecto a mi tema con la piel de los párpados y ella dijo algo que le dio un rumbo definitivo a esto: en mi experiencia he visto dos casos como el tuyo, y en ambos además de los agentes alérgenos había enojo relacionado…
Luego de sus palabras me recomendó una línea completa que incluye un serum MÁGICO de rosas y CBD, el cual junto con el trabajo puntual a nivel del enojo produjo efectos incomparablemente sorprendentes!!!
Pero les sigo contando…
Esa noche después de platicar con Fabia, descubrí que la pieza que me faltaba en el rompecabezas que llevaba años tratando de armar, era el enojo, que más bien se trataba de IRA que no me permitía sacar por miedo al poder de destrucción, que sé que tenía… He de confesar que yo sabía que estaba enojada con algunas personas, incluso puedo decir que conocí el sabor del odio por mucho tiempo, estaba tan llena de ira que incluso desee la muerte para esas personas hacia las que sentía tanta ira. (me da vergüenza decirlo pero quiero ser sincera con ustedes).
Pero esa noche pasó algo mágico, descubrí que en realidad había pasado mucho tiempo peleando sin pelear, porque reprimía todo eso que me hervía por dentro y me consumía cada día de maneras muy dolorosas. Sentía un dolor horrible culpaba a otros por ello y a eso le sumaba el hecho de que yo no iba a explotar para sacar todo eso que sentía porque en definitiva muchas cabezas iban a rodar… literalmente yo era como una bomba atómica andante… pero después de varias horas analizando la situación me di cuenta de que en realidad estaba muy muy muuuuuuy enojada conmigo misma por no decir lo que sentía en el momento que debí hacerlo para marcar mis límites a tiempo; como buena capricorniana tengo un nivel de tolerancia al dolor y al trabajo duro que aveces hasta a mi me sorprende… pero todo tiene un límite nos dice el Sabio Saturno, y mi límite estaba en su punto!
Fue una semana muy fuerte, porque tuve que marcarme límites finalmente y puse fechas para tomar muchas desiciones y cambiar patrones y actitudes de manera urgente pero asertiva. Ningún patrón iba a cambiar si yo no me sinceraba conmigo y veía de frente que todo lo acontecido en mi pasado, de manera dolorosa, había sido a que yo misma no respetaba mis propios límites y aguanté lo inaguantable y sostuve lo insostenible por muchísimos años, buscando inconscientemente callar mi intuición (que por cierto es demasiado exacta y clara) y tapar mis ojos ante aquello que no se ve con los ojos físicos… Así que tomé la decisión de agarrar toda esa ira de frente y así como me había quemado durante tanto tiempo, ahora fui yo quien la puso en la hoguera y la quemó hasta que se hizo cenizas. En un ritual de Luna Nueva bajo la energía de Leo signo de Fuego y el signo del Sol, ofrecí en sacrificio todas mis memorias dolorosas y llenas de odio y enojo; uno no sabe lo que tiene hasta que se pone a ordenar y a limpiar jajajaja y así me di cuenta que había mucho más de lo que yo creía. Esa noche frente a una pequeña hoguera en el balcón del cuarto en el que ocurre la magia, me corté los rizos de la cabellera y los quemé.
Podrían decir que entré en crisis a lo Britney Spears jajajaja, pero No! era la crisis lo que yo quería ahorrarme, ahora era consciente de que sólo yo podía cambiar los papeles y dejar ir con fuego, el fuego que me había estado quemando tanto tiempo…
“La conexión que tenemos con el cabello y la energía es literalmente una antena de recepción y emisión”
Mi antena estaba atrofiada, sentía que estaba rota, estaba muy dañada, porque tenía demasiada información inútil guardada en cada hebra de mi cabello. Pero soltarlo todo con voluntad funcionó… poco a poco han llegado a mi historias y noticias que me confirman que todo está sanando a mi alrededor también y lo principal… YO ESTOY SANANDO más rápido que nunca durante todos estos años, porque elegí hacerlo, pero para poderlo hacer necesitaba entender y doy gracias infinitas a todas las piezas de sabiduría y a las personas que me ayudaron a hacerlo.
Así que esta es una historia de algo que me tocó vivir como parte de mis retos marcados por el signo con el que elegí nacer. Soy Capricornio, necia, aguerrida, dura, aguantadora, trabajadora, pero también sensible, delicada, amorosa y con la piel más suave que hayan tocado alguna vez!!! jajaja
Les comparto esto, para explicar que hay energías que forman parte de nosotros que aveces no entendemos o ni siquiera somos conscientes de que están allí intentando que las veamos. Este es un pedacito de mi historia, una pedazo en el que los astros, específicamente mi maestro más querido Saturno, me ayudó a trascender, una lección que viví en la piel y que gracias a las plantas y los ingredientes naturales he logrado terminar de superar. Sigo sin usar mucho maquillaje, pero no porque no pueda maquillarme, sino porque me gusta mi piel lo más natural posible… ya no tengo cicatrices de la dermatitis, gracias a los productos naturales y lo mejor de todo es que ya no he tenido ni un sólo brote, pero tampoco me da miedo tenerlo… si regresa ahora sé de qué se trata y no tengo miedo de abrir la puerta, aunque sinceramente lo vi arder todo hasta convertirse en cenizas y no creo que haya quedado ningún pendiente : )
Y así es como viví la Astrología en la Piel. ¿Tu tienes una historia?
Nos vemos por allí, les dejo un fuerte abrazo…
Stefanie.