Por: Rolando Milián
Una de las formas más antiguas, sencillas y prácticas de encantamientos y hechizos son los sigilos. Ésta es una herramienta antigua que fue reformulada por la magia del caos. Es importante primero analizar la diferencia entre deseo y necesidad y también de dónde surge tu intención. La necesidad se manifiesta siempre en nuestra mente en vigilia o la mente consciente, sin embargo, no es allí donde tiene su origen. La mente subconsciente es el verdadero sustrato, por lo tanto, si queremos reprogramarnos y activar la magia de los sigilos debemos poder entrar en ella. Pero la mente subconsciente es un lugar escurridizo y oculto ¿cómo entrar en ella?
Y es en este punto que el sigilo surge como herramienta de siembra en nuestra mente inconsciente. Se trata de jugar a las escondidas con nosotros mismos y tratar de engañar a la mente consciente. A través de toda la historia los humanos hemos estado plagados de simbolismos e iconografías que nos impregnan de su significado, pues las palabras llevan una carga energética específica dependiendo del contexto en el que la lengua viva se utilice. Ese fenómeno no ocurre con los símbolos o gestos incluso hechos con las manos, pues estos responden a mecanismos inconscientes como los actos reflejos. Los símbolos adquieren un significado profundo que difícilmente cambia con el tiempo y albergan en sí mismos una cantidad de información vasta. Piensa por ejemplo en el uso de figuras geométricas para designar elementos materiales en la magia, glifos asociados a planetas, simbolismos para centros de energía y una utilización actual de sigilos son las marcas comerciales… estamos llenos de simbología a todo nuestro alrededor.
Para conseguir aquello que deseamos es necesario alinear lo consciente y lo subconsciente para que nuestra energía fluya hacia el objetivo principal, es importante también literalmente matar de hambre deseos menores para enfocarnos solamente aquello que deseamos.




Los sigilos crean cambios tanto en el interior como en el exterior, generamos ondas expansivas de aquello que deseamos para que se vea manifestado en la realidad tangible. Cuando se utiliza la magia de un sigilo liberamos energías al universo para generar experiencias que nos permitan percibir aquello proveniente del inconsciente. Somos creadores, si, pero en este momento de evolución y desarrollo interior vamos a enfocarnos solamente como creadores de experiencias y no de materia en sí. Básicamente estamos manipulando energías para reforzar nuestra voluntad.
Es el sigilo entonces, en pocas palabras, un deseo formulado en forma de símbolo que luego mediante un estado meditativo y de profundo trance psíquico debe ser activado y posteriormente lanzado al “caos” para que surja efecto. Este trance psíquico se conoce como gnosis en la magia del caos. Los símbolos siempre deben estar encriptados como lo mencioné antes para poder evitar el filtro de la mente consciente. En la actualidad es muy sencillo encontrar sigilos en páginas de internet y sentirnos atraídos por usarlos. Mi consejo es que no se utilicen nunca sigilos hechos por otra persona pues no conocemos a cabalidad la intención ni la energía que dicho símbolo tiene impregnado por su creador. En entradas subsiguientes vamos a entrar a examinar algunos detalles importantes para tener en cuenta al momento de utilizar, activar y liberar sigilos.
Feliz noche, brujas.