Por: Sonia Villamil
Entre los amuletos más conocidos encontramos la Hamsa, también
conocida, como la Mano de Fátima, la Mano de Miriam o la Humsa (en la
India).
Sin importar de la cultura que pueda derivar, la hamsa se convirtió en un símbolo tradicional de las corrientes espirituales, utilizado como un amuleto de protección.
Es un motivo que habitualmente se encuentra en la joyería, fabricado en oro y plata. A veces se elaboraba en hierro forjado y se pone en las puertas de las casas para proteger los hogares.
La palabra Hamsa o Jamnsa, en idioma árabe, significa “cinco”; la misma raíz, J-M-S, se encuentra en el idioma hebreo en el término jamésh חמש, “cinco”.
El cinco es un número asociado a la buena suerte para distintos pueblos de Medio Oriente y por eso se cree que los cinco dedos del hamsa tienen poder para proteger.
La Hamsa y su significado varían según la cultura que la utilice, pero
siempre representa un símbolo de buen augurio y paz, que protege a su
dueño; es un símbolo común de Medio Oriente, al que se le atribuye la
capacidad de atraer protección, felicidad, buena fortuna y paz. El dueño de
una Hamsa, sería protegido del Mal de Ojo (Ayin Ha’ra), que no es otra
cosa que la mirada envidiosa de otras personas que trae infortunio,
enfermedad, mala suerte e incluso la muerte.
La Mano de Fátima, usada frecuentemente como talismán, en casas,
carros, hoteles y como joyas es un símbolo antiquísimo, que data desde la
civilización Fenicia (2500-539 AC) y era usado para representar a la diosa
Tanit o Astarté, diosa de la Luna, del amor y de la guerra, una diosa madre
virginal (soltera) que también simbolizaba la fertilidad.
Se extendió su uso a las culturas de medio Oriente, especialmente la judía, la islámica y la budista.
Su forma es una mano con la palma abierta con dos pulgares simétricos,
que puede usarse apuntando hacia arriba, como símbolo de protección
contra el mal de ojo y la energía negativa o hacia abajo para atraer mayor abundancia, suerte, bondad y fertilidad.



Los musulmanes la conocen como la Mano de Fátima, hija del profeta
Mahoma, y los cinco dedos representan los cinco pilares del Islam.
Los budistas creen que la Hamsa simboliza los cinco sentidos, los cinco
elementos (fuego, aire, agua y tierra y éter) o los chakras solar, corazón,
garganta, sacro y raíz.
La palabra Hamsa o Hamesh, traduce “cinco”; para los judíos, se refiere a
la Mano de Miriam, hermana de Moisés y Aaron. Simboliza la Mano de
Dios, la quinta letra del álef-bet (alfabeto hebreo) Hei, los Cinco libros de la
Torah.
Cada dedo representa uno de los libros de la Torah como los libros que
componen el manual de vida, esto le da poder de protección a la
Hamsa debido a que aquel que entiende la Torah automáticamente conecta
con el “entendimiento” que también es conocida como el poder de
protección de la Shekináh el aspecto femenino y protector del creador. Los
entendidos son libres y salvos pues es el entendimiento el que realmente
nos libra del mal… de las malas desiciones o acciones que podemos tomar
desde la ignorancia.
El simbolismo de la mano desde la Kabbalah se relaciona con que el poder
se encuentra al alcance de nuestra mano, donde cada uno de los dedos de
las manos se conecta con las 10 Sefirot del Árbol, cada dedo es como una
llave y al reunir las cinco llaves abrimos la puerta.
La Hamsa hacia arriba nos recuerda la conexión de las esferas superiores
y hacia abajo con las esferas inferiores.
En los últimos años, la Hamsa es usada como símbolo de paz mostrando las similitudes entre religiones y creencias.
Ya sea por su significado o por su belleza, la Hamsa cada vez es más reconocida y utilizada. Si has visto una Hamsa exhibida en una casa, o en una joya y no sabias su significado, ahora ya entiendes su función.