Qué son los rituales…

Por: Jennifer KellyJennifer Kelly

Aunque generalmente asociamos la palabra ritual con un sentido mágico o esotérico lo cierto es que nuestra rutina está guiada por ellos, nos demos cuenta de o no.

Nuestro día a día está marcado por pequeñas ceremonias que van desde cosas tan simples como ir al trabajo, tomar café con un amigo, comer en familia el fin de semana y muchas otras cosas que incluso pasamos desapercibidas; estas son acciones que están basadas en alguna creencia ya sea en base a la religión, ideología, tradición, recuerdos o incluso memorias históricas de una comunidad.

El término “rito” proviene del latín “ritus”, que trata sobre un acto ceremonial que se repite invariablemente. De manera que un ritual es como un conjunto de prácticas repetitivas que nos ayudan no sólo a memorizar el proceso mismo, sino a conseguir a través de él ciertos objetivos; son conexiones místicas entre lo desconocido y lo que verdaderamente entendemos que nos importa.

¿Y a qué se refiere cuando decimos “místico”?

La mística es aquello que se obtiene como resultado de la unión del mundo material y el mundo espiritual, ese punto medio en donde cada uno de estos planos se intersectan; eso es a lo que se le llama mística, un espacio que unifica dos polaridades tan opuestas pero que forman parte de una misma realidad.

Una vez esclarecido el significado del ritual es conveniente analizar el sentido mágico de estas prácticas ya que en general, todos los ritos tienen reglas específicas e incluso una serie de objetos que ayudan a definir el debido ritual. Cada aspecto del mismo tiene un significado y nada se deja al azar pues el objetivo de esta clase de actos, no sólo es conseguir una acción determinada, sino obtener una recompensa emocional que viene a ser, según el proceso creativo Universal, el último ciclo por el que pasa cualquier intento creativo para llevarse a la manifestación, uniendo así, la parte de la práctica espiritual a la realización del acto físico que luego dará resultados materializados.

Y es eso exactamente el factor que aporta la magia… “la emoción”, sea incluso una emoción caótica, cada sentimiento lleva una carga energética muy poderosa que es lo que sirve de batería para hacer funcionar el ritual en sí y su objetivo final.

Los rituales son conjuntos de acciones que están relacionados a creencias, por lo tanto, son acciones especiales que se detonan, además del aporte emocional, a través de la consciencia. Los registros más antiguos de la historia de la humanidad denotan una gran variedad de actividades de este tipo, es decir, una secuencia de actos que se repiten; ritos que se realizan siguiendo una metodología específica y además están relacionados con eventos igualmente específicos y que funcionan gracias a la energía constante de la emoción y la consciencia.

“Cuando repites un proceso, cuando dices una oración o realizas una intención, estas provocando un movimiento de energía que provocará una reacción”

A esa energía la llamamos magia, energía que logra modificar, a su vez, otras energías y produciendo así un acción que genera una reacción que nos lleva a obtener un objetivo. Pero no es tan simple como el hecho de encender y apagar una vela pidiendo un deseo; se requiere de un conocimiento profundo y sobre todo, de consciencia absoluta en aquello que queremos realizar.

Los rituales son conexiones, por medio de las cuales podemos recibir manifestaciones físicas o materiales y otras veces ciertos enlaces “invisibles” con la Luz que aunque se encuentran fuera del alcance de nuestros sentidos, tienen el poder de corregir el caos de nuestras vidas y beneficiarnos de muchas formas.

En resumen “la magia si existe”, pero no es algo que pasa, sino algo que hacemos que pase; simplemente que a través del tiempo lo hemos olvidado y hemos perdido esa sabiduría y entendimiento que ha existido desde siempre.

Como puedes observar las opciones son amplias, pero diviértete porque la intuición y creatividad están dentro de cada uno de nosotros y esta práctica tiene como único objetivo, despertar tu consciencia a algo que puede ser muy simple pero bastante efectivo… No solo es el olor a incienso, salvia o pachuli, lo que puede venir a tu imaginación cuando menciona la palabra ritual así que atrévete a salir de lo convencional y atraviesa esa rigidez y tabú que se ha tenido por tanto tiempo al usar esta palabra.

Todos manejamos diariamente diferentes rutinas que nos crean un orden. En mi caso, puedo compartir, que mi ritual consiste en “procurar estar presente”, se trata de estar conectada a la vida para no conectarme al miedo, lo cual me ha aportado grandes beneficios. No digo que ya no tenga problemas o temas que resolver pero sé que tengo herramientas a las cuales acudir para buscar ayuda y respuestas.

Te hago unas sugerencias: “ponle consciencia”

Los beneficios son grandes, ganas claridad mental ya que un ritual puede ayudarte a eliminar bloqueos y eso te abrirá la puerta a una nueva forma de vivir, con serenidad y paz, que se traduce en hacer de tu vida un camino más sencillo y ligero, pero para lograr eso, se requiere de consciencia plena. Un ritual te da la oportunidad de ponerle pausa a tu mente y ocuparla en adentrarte en ti, en silencio y paz; de esta manera podrás entender mejor las situaciones conflictivas que has tenido o tienes en tu vida.

Y por último: “seguridad y dirección” pues en todo lo que hacemos no debemos dudar de aplicar la determinación de hacia donde queremos llegar.

Recuerda, el momento más lleno de expresión de vida que puedes tener en tu día es el de estar presente contigo mismo.

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