Escribir para sanar…

Por: Stefanie Peláez

Innegablemente coexistimos en un mundo en el que constantemente nos vemos bajo la influencia del estrés y el ruido caótico impuesto por la sociedad o nuestras propias emociones no resueltas. Un ruido que poco a poco nos invade los pocos momentos de paz mental que podamos tener. Pero cabe reconocer que en definitiva, nuestra paz no depende enteramente del estímulo externo sino de la voluntad y la determinación por conservar y cultivar dicha paz en uno mismo.

Quienes saben esto, buscan la manera de encontrar y mantener su centro a través de actividades como correr, colorear, hacer cerámica, meditar, practicar visualizaciones o sembrar, entre muchas otras cosas… Yo elegí escribir!

Mi práctica favorita y una de las cuales considero es como una isla de relajación de desahogo mental y emocional, es la escritura. La técnica del journaling en la que descubrí que escribir un diario tiene más beneficios de los que imaginaba y después de varios años de práctica encontré que es una excelente herramienta para calmar la ansiedad y aclarar la mente. Se trata de una práctica que cada vez más personas están adaptando a sus vidas, es una herramienta simple y económica en la que sólo se requiere de invertir en papel, lápiz o una herramienta digital y un poco de tiempo. Se trata de llevar un cuaderno o una nota en tu celular o computadora en el que día a día se plasman aquellos pensamientos, deseos, miedos y esperanzas, así como todas aquellas sensaciones que requieras ordenar o incluso liberar para hacer espacio dentro de ti.

La pérdida de un ser querido, una separación conflictiva, un accidente o cualquier situación que pudo haber sido dolorosa, son experiencias traumáticas difíciles de superar para algunas personas y que con las rutinas del diario vivir, solemos evadir y guardar en las profundidades de nuestro ser, ocupando espacio que poco a poco se llena de memorias que pinchan como espinas.

“La escritura es una manera de sacar todo aquello para vaciar la mente y el corazón de lo que ya no requerimos guardar”

En lo personal amo el papel y el lápiz, un hermoso cuaderno que guarde mis memorias y que una u otra vez incluso he quemado para liberar por completo todo aquello que en él escribí. Es una forma de extraer la basura interna, seleccionar entre las malas hierbas y las flores de mi jardín interior… Tan simple como crear un momento en el que me siento a tener una plática conmigo misma a través de la escritura, dejando fluir pensamientos, emociones y sentimientos profundos relacionados con la vivencia estresante o dolorosa. Y así de simple la escritura se revela como una herramienta terapéutica para combatir la incomodidad.

La escritura nos permite repasar los hechos como un viaje en el tiempo en el que podemos no sólo recrear el evento en cuestión sino corregirlo a través del poder de la palabra, en este caso escrita. Permítete ser detallista, específico, directo e incluso derramar lágrimas sobre el papel si así lo sientes. Toda esta formulación correcta del texto ayuda a tomar consciencia de los procesos emocionales de alta intensidad por medio de la libertad de expresión de aquello que se siente y que ya estamos cansados de sentir.

“La conciencia y la comprensión emocional son clave para que la persona pueda integrar su experiencia y así encontrar una fórmula para poder superar la situación”

Además de disminuir el estrés, curar viejas heridas, mejorar las relaciones interpersonales, conocerse más a uno mismo y mejorar las estrategias de la buena comunicación, el journaling también ayuda a mejorar el funcionamiento del sistema inmune y el estado de salud en general, pues a nivel espiritual se considera que nuestro mundo interno se refleja en la realidad física, de manera que todo lo que ocupa nuestro interior a nivel de la psique y las emociones terminan siendo la semilla de nuestro mundo tangible.

No importa si eliges escribir a mano o a través de una herramienta digital, lo que es importante es que puedas generar un ritual de escritura en el que te concentres unos minutos de forma cómoda y sin distracciones. Regálate una conversación de tú a tú a través del diario.

Un ejemplo de ejercicio básico es escribir sobre la experiencia que te duele o te mantiene bajo estrés durante 20 o 30 minutos al día, después de una semana empezarás a recibir los primeros beneficios… Consiste en encontrar un momento en el que te des tiempo aparte y así puedas focalizar en los pensamientos y sentimientos más profundos sobre el evento. No importa el tema sobre el que se desee escribir sino que te dejes llevar y explores lo que sientes y piensas en ese momento. Se trata de escribir sin preocuparse por la ortografía, la buena letra, la gramática o el estilo; después de todo no estas escribiendo un libro, aunque he de ser sincera en que aveces nuestros diarios pueden ser buen material para una novela jajaja.

Es completamente normal, si al terminar la escritura, te sientes un poco triste, recuerda que estas dejando salir la molestia y esa sensación suele desaparecer en un par de horas.

Lo más importante es que te regales el tiempo y el espacio de escribir cada vez que lo necesites, que necesites comprenderte o escucharte y una vez terminado el texto puedes hacer con él lo que creas mejor (guardarlo, romperlo y desecharlo o quemarlo…) aunque aveces, guardarlo resulta ser útil, pues al leerlo nuevamente después de unas semanas o meses podemos ver cuánto hemos sanado! El objetivo principal es el autoaprendizaje y aprovechar la herramienta para hacer un poco de espacio en nuestro interior para cultivar emociones y pensamientos de alta vibración.

¿Te animas?

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