Shemot/ Éxodo (25:1 – 27:19)
La porción de esta semana nos habla sobre la importancia de construir un altar, las ofrendas y el templo…
Me parece importante abrir esta lección haciendo una breve aclaración y recordando que la Biblia que probablemente la mayoría conocemos cómo el libro en base al que se predica en las iglesias no es lo mismo que “La Torah” que es el estudio al que le dedicamos esta sección del blog.
La Torah es la recopilación de “CÓDIGOS” que nos revela el manual para la vida. NUNCA DEBE SER INTERPRETADA DE FORMA LITERAL, pues aunque tenga mensajes literales que puedan tener fuerza positiva, al conectarnos con el sentido “literal” simplemente se anulamos el verdadero contenido de estos 5 libros tan poderosos y llenos de sabiduría para comprender mejor nuestra existencia!!!
Considero importante tocar este tema porque la lección de esta semana puede ser fácilmente interpretada de forma errónea si relacionamos el mensaje que nos deja con las enseñanzas religiosas.
“Ofrenda, altar y templo”
Tres elementos importantes para nuestra conexión con El Creador que al ser pésimamente interpretadas han llevado a pueblos enteros a la guerra… a pelear por un trozo de tierra, un edificio, un lugar, reclamando sus creencias como única verdad, su religión como la ley absoluta e incluso declarando que la muerte de vidas humanas son la ofrenda en sacrificio para agradar a Dios y enaltecer su nombre!
El Creador no necesita alabanza, no requiere ni exige sacrificios, ni si quiera nos pide u ordena que rindamos culto los sábados o domingos en la iglesia.
Es de primordial urgencia que entendamos que la importancia de nuestro trabajo espiritual no es por agradar o quedar bien con Dios. Se trata de hacer el trabajo por nuestro propio beneficio, para elevar nuestra frecuencia y alcanzar los niveles necesarios de consciencia para evolucionar y poder desarrollar o dejar emerger nuestra verdadera naturaleza… nuestra “naturaleza divina”.
La porción de Terumá trata principalmente sobre “La Construcción del Mishkán” (tabernáculo) o santuario portátil previo al templo sagrado tan mencionado en la historia Judía, pero que también ha sido mal interpretado a tal nivel que se ha llegado al odio y la guerra por reclamarlo.
El mensaje de la Torah explicado desde la Kabbalah nos dice que el asunto del Mishkán y el Templo es un asunto meramente espiritual que puede y debería llegar a ser manifestado de forma física, pero que no ha sido posible debido a que no hemos logrado edificar a nivel interno ese lugar sagrado en nosotros mismos.
Este es el trabajo de nuestra vida, a través de cada acción que tomamos, por muy significativa o insignificante que sea, cada pequeño paso nos ayuda a construir o a destruir ese “Lugar Sagrado” o templo interno. Terumá que significa “Ofrenda o caridad” nos revela un gran código respecto a la forma de construcción de nuestro “Templo interior” con el cual podemos elevar nuestra vasija a un nivel muy alto de energía realizando obras de caridad y ofrenda por medio del acto de compartir.
Esta lección describe el Mishkán en su totalidad y nos explica que se trata de la construcción de una santuario “PORTÁTIL”.
El primer objeto creado en el Mishkán fue “El Arca de la Alianza”, fabricada con madera de Acacia y cubierta de Oro por dentro y por fuera…
Veamos los códigos:
El “Arca de la Alianza” o “El Arca del Pacto” literalmente se describe como un cofre de madera con recubrimiento de oro por dentro y por fuera que tenía labrado sobre el dos figuras de “querubines” que figuraban como los guardias del contenido del cofre.
(A mi todo esto me recuerda a Indiana Jones jajajaja vieron la película!?!?!… se las recomiendo, pero para verla desde un sentido profundo e inclinado a lo espiritual y no tanto a lo literal.)
Continúo…
La primera pista que nos deja la Torah es su descripción tan especifica y gráfica del asunto; y aquí cabe recordar que los códigos se encuentran ocultos en las palabras y las frases que éstas forman y para ello necesitamos escarbar en lo profundo de los significados…
- Madera de Acacia: La madera es un material conductor de energía que posee la propiedad no solo de conducirla sino de almacenarla. La acacia por sus propiedades especiales es considerada un árbol sagrado por muchas civilizaciones antiguas y conocido por sus múltiples propiedades mágicas y sanadoras. Así mismo es mencionada pasando desapercibida en diferentes historias y escritos sagrados como la madera empeñada para determinados asuntos como la construcción del arca de Noah, la cruz y corona de espinas de Jeshúa (Jesús), la vara o caduceo de Mercurio, etc.
La acacia es el símbolo de la inmortalidad y de la incorruptibilidad del alma, la cual despierta con el conocimiento de la propia energía que representa. Lo que significa que no es hasta el momento en que reconocemos al Alma y su poder, que está despierta y aflora!!!
- Oro por dentro y por fuera: al hablar del Oro en realidad estamos haciendo referencia a aquello que más brilla y valor tiene “La Luz”. Aquí tocamos un poco el tema que afanaba a los alquimistas que dedicaron su vida a encontrar la forma convertir los metales en oro que no era más que la búsqueda de iluminar la materia haciendo aflorar el Alma.
Entonces cuando el la Torah nos habla del Arca y nos describe los requisitos de su fabricación en realidad nos habla de la importancia del trabajo espiritual para poder crear un depósito o vasija en nosotros mismos que tenga las propiedades necesarias para poder “contener” el poder y La Luz del Creador.
Estamos hablando energía y espíritu y no de un cofre de madera en el sentido literal.
Y así como el arca debía tener un recubrimiento de oro interno y externo la Kabbalah nos explica que de la misma forma debe ser nuestro trabajo espiritual el cual debe ser reflejado no solo por fuera sino también por dentro. Mucha personas intentan mostrar su espiritualidad por fuera actuando de forma “aparentemente” positiva, pero por dentro en realidad no son lo que proyectan…
“sin embargo es bien sabido que la verdad siempre aflora y las verdaderas intensiones de las personas salen a la Luz”
Nuestra naturaleza de Luz es el Oro al que se refiere la Torah con el que debemos cubrirnos por dentro y por fuera… desarrollar la Luz interna es un proceso de transformar la negatividad que nadie ve pero que todos sabemos que llevamos por dentro y que cuando negamos, reprimimos o alimentamos tarde o temprano se manifiesta en el exterior.
Esa negatividad interna es tan fuerte que tendemos a ocultarla mintiéndonos a nosotros mismos y a los demás pero esto resulta un “GRAN ERROR” porque al mentir simplemente nos estamos aferrando a la negatividad al querer ocultar la verdad que llevamos por dentro; “LA NEGATIVIDAD” que nos habita. Al insistir en proyectar algo para tapar esto con el tiempo terminamos creyendo nuestra propia mentira y olvidamos remover y transformar nuestra negatividad interna que desde el principio fue la fuente de la gran mentira que proyectamos y que terminó apoderándose de nuestra vida.
“Ser sinceros con nosotros mismos y dejar de mentirnos es primordial para construir nuestra arca y nuestro templo interior”.
Encoger nuestro EGO, hacernos tan pequeños como podamos es realmente humildad en vez de esforzarnos por brillar hasta deslumbrar o cegar a los demás y que solamente es solamente el resultado de un “Yo” desproporcionado que no se mide, que no cabe en nuestro interior y que invade nuestra vida hasta poseerla y sacarnos por completo de la película.
Esto se refiere a “Sacrificar al EGO” y al sacrificarlo nos referimos a la “Ofrenda” que deberíamos hacer como muestra de nuestra voluntad por transformarnos y convertirnos en lo que realmente somos.
La Torah habla de diferentes tipos de Ofrenda y sacrificios, que en código se refiere a las diferentes formas que podemos sacrificar al EGO para elevar nuestra vibración y acceder a estados de consciencia más elevados, pues al remover las muchas capas de EGO que podamos tener estamos liberando peso… peso que no nos permite despegarnos del suelo y elevarnos. La verdadera naturaleza de nuestro trabajo espiritual consiste en “transformar nuestro deseo de recibir solo para uno mismo”, dejar de dar con el motivo oculto de recibir, dejar de hacer cosas para ser reconocidos, dejar de estar disponibles para recibir atención, etc., etc.
Debemos encontrar la forma de sacarnos de la ecuación buscando recibir todo el tiempo y en vez de ello, empezar a recibir la Luz del Creador para dar y compartir sin esperar nada a cambio. Cuando logremos hacerlo podremos comprobar que recibiremos mucho más de lo que damos porque la Luz se ocupa siempre de aquel que da, que se entrega a otros y comparte lo que tiene para dar… es decir que empieza a imitar la forma en que La Luz se comporta.
Cuando damos somos como un recipiente que atrae y recibe Luz… entonces no solo estamos “dando” sino “trayendo” sirviendo de canal y de esta forma podemos recibir infinitamente porque como canales la Luz infinita puede pasar a través nuestro y de esa forma nunca nos quedamos vacíos!
El Mishkán que construimos en nuestro interior… ese santuario portátil tiene como lugar indicado nuestro corazón de manera que todo trabajo espiritual debe hacerse desde el corazón. Ciertamente es importante conocer la tecnología espiritual, las meditaciones y rezos pero cuando nos enfocamos solamente en el “conocimiento” dejamos de lado el poder del corazón y todo se hace solamente racional perdiendo así la simplicidad del corazón y sin ello no existe la humildad ni la sinceridad por lo que no importa cuantas oraciones y rezos sepamos y hagamos nada tiene poder sin la Fuerza del corazón!!!
El Zóhar nos advierte y nos explica que cuando “creemos” que sabemos empezamos a creer que sabemos más que los demás y esto nos aleja del equilibrio y la naturaleza de un verdadero Tzadikim (sabio y Justo) que sabe que la Luz se revela de cualquier fuente, lo que nos recuerda que no se trata solamente de estudiar y cultivar el aprendizaje con la motivación de recolectar la mayor cantidad de datos e información “interesante” sino de ir detrás de la búsqueda de la iluminación espiritual.
Recopilar información no requiere esfuerzo… cualquiera lee un libro o se instruye con un maestro en un curso o con un video. Pero hacer que esa información se implemente y podamos hacer uso de ella para nuestro beneficio si que requiere de dar algo a cambio y ese algo se llama “esfuerzo y auto sacrificio” porque cuando realmente asumímos la información entendemos que para poder llevarla a cabo de forma práctica necesitamos hacer ajustes y cambios e incluso muchas veces dejar de hacer cosas que estamos muy acostumbrados a hacer o a ser…
Y ese es el truco del Satán, que se pasea por la vida de muchos formando “eruditos” sabiondos de mucho pero expertos en NADA!!! Puede darte tanto como pidas y nunca pedirá nada a cambio y eso es lo que hace que asociarnos con él sea tan cómodo y sencillo. Nos lleva por la vida creyendo que lo tenemos y sabemos todo a pesar de no haber hecho ningún tipo de esfuerzo para obtener lo que nos da; pero luego decide darnos un hasta aquí y deja de darnos simplemente por diversión… en ese momento entramos que nada de lo que creímos saber nos sirve porque realmente no sabemos nada sin la experiencia que deja el esfuerzo de poner en práctica lo aprendido.
Es como leer un libro de medicina y pretender que ya por eso somos médicos. Podemos alardear del conocimiento que adquirimos del libro, pero jamás podríamos operar a alguien sin haber tenido la práctica previa necesaria para hacerlo. Y no es hasta que atravesamos la práctica con esfuerzo y enfoque que realmente adquirimos el título!
Me siguen!?!…
El Zóhar explica que una de las leyes de la creación dice: “la información es para todo el mundo, paguen o no por ella” pero se queda siendo solamente eso “información”.
Si queremos profundizar e interiorizar en nosotros esta información para convertirla en parte integral de nuestra vida no podemos hacerlo de “GRATIS” eso tiene un valor que se traduce como “ESFUERZO” y que se refiere a una contribución de carácter personal.
“El poder del Arca del pacto”
La Torah nos cuenta que el Arca contenía todas las respuestas a cualquier pregunta: todo el conocimiento y la información posibles sobre el ayer , el hoy y el mañana.
Acceder a este poder los ahorraría el gasto o mala inversión e tiempo y energía en malas desiciones!!! Y justamente es lo que podemos hacer al edificar nuestro santuario interior y empezar a hacer uso de él. En nuestra arca personal están guardados los secretos más poderosos y profundos de la vida y la Creación misma; y por eso se dice que en nuestro interior yacen todas las respuestas a las preguntas que nos formulamos y las soluciones a aquello que necesitamos superar.
“TODO ESFUERZO TIENE SU RECOMPENSA”
Y los entendidos comprenderán y resplandecerán como el resplandor del firmamento…
Esto se refiere a aquellos que ponen su esfuerzo en él en comprender e interiorizar en ellos el esplendor llamado Zóhar que es el arca que guarda los códigos que revelan la Luz!
Pero para poder interiorizar toda esta Luz tan poderosa necesitamos vibrar igual que ella para que no nos haga daño provocando corto circuito. Y por ello el arca estaba cubierta de oro por dentro y por fuera porque el requerimiento que tenemos para acceder a la Luz es estar hechos de la misma esencia por dentro y por fuera.
Por ahora aún necesitamos iluminar nuestra humanidad y dejar de excusarnos con ella como “simples mortales que no somos”… errar es de humanos, somos solo hombres, son algunas de las excusas que nos pone el EGO para excusarnos de nuestra falta de compromiso y esfuerzo hacia nuestro trabajo en este mundo. Nos hace olvidar que no somos humanos y que solamente portamos trajes humanos y que nuestra esencia es infinitamente poderosa!
La porción de Terumá nos habla de la importancia del alimento que ponemos sobre nuestras mesas como ofrenda para elevar nuestro espíritu. El tipo de ofrenda que se refiere al alimento se trata de aquello que ingerimos y luego forma parte de nuestro sistema. El alimento espiritual y todo aquello que absorbemos por medio de los sentidos que nos aporta o nos resta y nos ayuda a formar en cierta forma quienes somos, la forma en la que actuamos, pensamos y nos conducimos por la vida así como la forma en que nos relacionamos con los demás.
El alimento que consumimos debería ser estrictamente bien elegido con la consciencia de lo que nos aporta y de esta forma evitar lo que no nos aporta nada y solamente sirve para inclinarnos a realizar acciones que sirvan de alimento a nuestro EGO/Satán el cual suele darse un gran banquete cada vez que actuamos en manera egoísta y negativa, recibiendo así mucho más combustible del que necesita.
Si bien el EGO debe ser alimentado para que trabaje para nosotros, de ninguna forma debería sobrealimentase porque entonces somos nosotros quienes nos ponemos a sus servicio.
Terumá también nos habla sobre los momentos específicos del año en que hacer sacrificios y una mayor cantidad de esfuerzo nos trae mayor oportunidad de elevar nuestra vibración y consciencia. Estos momentos son las “Ventanas Cósmicas” como Shabbat, lunas nuevas y demás conexiones.
Por otra parte también se nos explica sobre el campo energético que nos rodea y por medio del cual pueden transferirse energías entre las personas haciendo intercambios que aveces pueden resultar involuntarios pero que se llevan a cabo con solo estar rodeados de otras personas. Por ello debemos ser cautelosos de permanecer alejados de aquellos que no desean nuestro bien o qué significan relaciones tóxicas, de esta forma evitando afectar nuestro campo y mantenerlo lo más equilibrado y saludable posible.
Todo esto con la intención de acercarnos cada vez más a la Luz del Creador y de mantenernos en el camino correcto hacia nuestro propósito de vida en este mundo.
Una buena manera de saber si estamos en contacto con nuestro verdadero propósito es la sensación de plenitud que tenemos al final de cada día. Si nos damos cuenta de que no nos sentimos plenos, no estamos alienados con lo que se supone debemos estar haciendo aquí… los invito a hacer este sencillo análisis cada noche antes de ir a dormir, el resultado puede ser bastante revelador y orientador.
Antes de despedirme aprovecho para contarles que estamos a un mes (4 lecciones) de terminar este segundo libro de la Torah!!!… creo que hemos avanzado muchísimo juntos, no les parece?
Les deseo una excelente semana y nos vemos la próxima para continuar con el estudio de la porción de Tetzavé.
Stefanie.-