Bereshit/ Génesis (44:18 – 47:27)
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Vayigash se traduce como “ acercarse”, se refiere al acercamiento que buscamos a La Luz del Creador. Existen cosas que nos acercan y otras que nos alejan, como por ejemplo cuando compartimos y ayudamos a otros, estas acciones nos acercan a La Luz, pero cuando mentimos, nos enojamos o tenemos duda, nos distanciamos de ella.
Y esta lección, nos aporta el poder de acercarnos a La Luz.
Esta historia es la continuación de la vida de Yosef y sus hermanos… hijos de Yaakov, se trata de una familia que se distanció por la envidia y los celos; 10 hermanos que desearon la muerte de su hermano y lo vendieron como esclavo. Sus acciones de odio marcaron una distancia muy grande entre ellos, entre el espacio el tiempo, lo emocional y lo espiritual, hasta que se les presenta la oportunidad de reunirse de nuevo y “acercarse”.
El Zóhar nos dice que la separación espiritual implica la muerte de nuestro sustento. Todo aquello que requerimos para vivir se pone en riesgo de muerte cuando marcamos una separación espiritual tanto con nosotros mismos, cuando dividimos nuestra vida y separamos lo material de lo espiritual, como cuando lo hacemos hacia otros. Todo el sustento viene de la Sefirah de “Yesod” y se refiere un acercamiento de Zeir Anpín hacia Yesod para poder darle paso e ingreso a toda esa energía al mundo físico que es Maljut.
Cuando cerramos la brecha entre Zeir Anpín y el mundo físico a través de Yesod, nos acercamos y nos disponemos a recibir el sustento que proviene de los planos superiores que es toda la energía que contiene el potencial de convertirse en lo que sea que necesitemos.
Cuando uno experimenta caos, como frecuentemente nos pasa… ya sea en la inestabilidad emocional, financiera o de salud, Satán usa una estrategia para distraernos, calmando aparentemente las cosas y haciéndonos olvidar el dolor que el caos nos produce una vez que todo se calma. Aparentemente el caos ha pasado y todo marcha mejor, pero en realidad todo sigue igual, solamente que el Satán/EGO nos juega la vuelta y hace que el mismo caos se presente de otra forma y en otro momento, cuando menos lo esperemos, con la idea de hacernos reaccionar y de esta forma hacer que perdamos más energía vital.
El caos es ausencia de Luz y eliminarlo significa no tener su influencia en nuestra vida y para lograrlo necesitamos entender que no es suficiente con eliminar una forma de caos en una sola área de nuestra vida; sino que se trata de encender La Luz y hacer que la oscuridad desaparezca de todos los rincones de una vez por todas.
La Kabbalah nos explica que todos tenemos que pasar por un proceso que se llama “Tikún/ Corrección” y que esto explica claramente que no existe tal cosa como el sufrimiento eterno para una persona. El final del sufrimiento existe y se llega a él cuando tiene lugar el Tikún, cuando reconocemos el proceso y aceptamos que estamos en él y que el momento de resolverlo a llegado.
Es en el momento que tomamos la responsabilidad de aquello que hemos arruinado en el pasado, incluso en nuestras vidas pasadas… y algunos podrían preguntarse ¿cómo saberlo o cómo recordar lo que arruinamos en la vida pasada?, pero solo basta con observar lo que estamos viviendo hoy y entender que nuestras vidas son la continuación de nuestro pasado de la presente encarnación y de nuestras vidas pasadas.
En la historia de Yosef el caos acosó a sus hermanos durante 22 años hasta que finalmente se dieron cuenta de que esto les estaba pasando por haber vendido a su hermano.
Podemos acortar nuestro proceso de tikún… en realidad de eso se trata la tecnología espiritual de la Kabbalah, que nos dice que para acortarlo debemos aprovechar cada momento en el que podamos obtener Luz adicional, aceptando la responsabilidad por nuestras acciones pasadas y cerrando así los capítulos negativos de nuestra vida.
“Cada aspecto negativo de nuestra vida sólo se debe a nosotros mismos”
Si tan solo pudiéramos simplemente asumir la responsabilidad de nuestras acciones, sin guardar la más mínima idea de aquello de…“sigo teniendo algo de razón en eso de pasó”, si podemos reconocer genuinamente que la causa somos nosotros y los demás solo son extras en nuestra obra. Entonces podremos abrir las puertas de la abundancia que nunca antes se han abierto para nosotros.
Solo date cuenta y reconoce cuanto tiempo llevas culpando a otros o compartiendo la culpa de cierta situación que ha estado presente ya por mucho tiempo en tu vida. Date cuenta que sigues queriendo tener la razón de que las cosas te pasan a ti, de que las cosas te las hacen o te las hicieron a ti y tu no pudiste hacer nada ni elegir nada… Per abre los ojos, estamos hablando de tu vida y si es tu vida el dueño eres tu, y quien decide si deja que las cosas pasen o no eres solamente tu. Todos los acontecimientos que ocurren se llevan a cabo solamente porque tu los produces, los atraes y los eliges para aprender algo, para superarlos y crecer!
Esta lección de Vayigash nos explica que muchas veces actuamos poco comprometidos o poco estrictos con nuestro trabajo espiritual hasta que nos afecta personalmente y nuestros interesas se ponen en juego. Entonces de repente, somos más cuidadosos con lo que pensamos, sentimos y hacemos… porque el costo de ser espiritualmente irresponsables es muy grande, al punto de que podemos perderlo todo!
Sin embargo, sea cual sea la situación en la que estemos, debemos recordar que tenemos que confiar en La Luz. No debemos echar culpas ni dar crédito a nadie mas que La Luz, pues al final todo lo existente proviene de ella, ya sea que lo que recibamos sea agradable o doloroso, todo viene de La Luz. Lo único que controlamos nosotros es la energía con la que atraemos los eventos, inclinándonos a lo positivo o negativo.
Luego del encuentro entre Yosef y sus hermanos y una serie de ajustes que se llevaron a cabo en el encuentro. Yosef envió a sus hermanos de regreso a Israel a traer a su padre y a toda la familia. Los envió con mucha comida, pero a su hermano Binyamín, le dió cinco veces más que a los demás; lo hizo para ver si sus hermanos se ponían celosos de Binyamín… en pocas palabras fue una prueba para ver cuánto crecimiento espiritual habían experimentado después de haber vendido a Yosef como esclavo.
El Zóhar nos explica que de la misma forma, cuando hemos atravesado un proceso importante de aprendizaje se nos vuelve a presentar una oportunidad que funciona como un examen para que podamos ponernos a prueba y demostrar lo que hemos aprendido o fallar nuevamente y demostrar que en realidad no aprendimos nada. Estas pruebas determinan si pasamos o no al siguiente nivel de evolución espiritual.
La historia continúa diciendo que los hermanos de Yosef llegaron ante Yaakov y le contaron que su hijo aun estaba con vida… pero Yaakov no les creyó!
Aquí hay una explicación importante, pues si bien hemos leído anteriormente en las lecciones, se suponía que Yaakov era un alma muy evolucionada y que a través de todas las experiencias de vida había crecido aún más. La Torah lo presenta como un alma tan elevada y un profeta, pero también nos cuenta que cuando vió las vestiduras de Yosef llenas de sangre, Yaakov lo dió por muerto y entró en un estado de depresión profunda que le impidió seguir evolucionando espiritualmente y además perdió sus capacidades ver más allá.
La lección que nos explica la Kabbalah, respecto a esto, es que cuando nos deprimimos, perdemos el poder de recibir mensajes de los planos superiores, perdemos la comunicación con nuestros ángeles y las señales de La Luz. Dejamos de ver, de percibir, de soñar y de escuchar con el alma, porque esta se está extinguiendo…
“La depresión es un estado de pérdida de la energía vital, no física, sino del Alma; es decir que literalmente esta se está apagando”.
La depresión tiene su origen en la mentira. Como lo explicamos en la lección anterior “Mikets”, la mentira crea una rotura en nuestro campo energético conocido como “aura”, cuando nuestra aura esta rota la energía vital se empieza a perder y entramos en el estado de depresión que nos lleva a un estado de “muerte en vida”, hasta alcanzar la muerte literal. Mentir y que nos mientan tiene el mismo efecto, pero mentir a otros es aún más grave porque no solo estamos siendo responsables de romper nuestro campo sino que estamos dañando el aura del otro y eso tiene un costo muy elevado!… La única forma de solucionar esto es con la verdad…
“pues la verdad nos libera, sana y reconstruye, la verdad es tan poderosa porque representa el poder de La Luz”
El Zohar nos explica que Yaakov revivió cuando sus hijos le dieron pruebas de que Yosef vivía y entonces Yosef recuperó el poder y sabiduría espiritual, lo que nos dice que las señales de La Luz siempre están a nuestro alrededor pero solo cuando nos abrimos a ellas, somos capaces de revivir nuestro espíritu. Podríamos haber caído en depresión, pero en nosotros está la capacidad de abrirnos a La Luz y recuperar lo perdido, si no estamos dispuestos a hacerlo y buscar la verdad, podemos llegar a perder la vida.
Yaakov se reunió finalmente con Yosef a la edad de 130 años según nos cuenta la Torah. Se nos cuenta que Yaakov parecía mucho mayor y murió más pronto de lo previsto porque había perdido la apreciación por lo que La Luz le había dado. Se quejaba de las dificultades de su vida y esto le costó el desgaste físico.
La Kabbalah explica que el proceso de envejecimiento humano no existía antes de Yaakov, las personas simplemente morían… pero a partir de Yaakov el envejecimiento quedó para la humanidad como una señal que nos recuerda que el tiempo pasa y que aún tenemos trabajo espiritual que hacer antes de partir.
De Yaakov podemos aprender que la queja no es algo bueno para nosotros mismos, que no debemos quejarnos de nuestra vida o del lugar en el que nos encontremos experimentándola, pues todo viene de La Luz y cada obstáculo es una oportunidad para trabajar nuestro crecimiento espiritual.
Por otro lado todo el dinero de Egipto fluía a través de Yosef , pues él figura como el canal para la Sefirá de Yesod y la Kabbalah nos explica que para alcanzar el nivel de Maljut/ mundo físico, toda La Luz tiene que fluir a través de la Sefirá de Yesod y puesto que Yosef era el canal, La Luz fluía a través de él y por lo tanto el dinero también fluía a través de él.
Esto nos enseña que a menudo sólo perseguimos el sustento físico, pero si perseguimos primero el sustento espiritual también lo recibiremos en el nivel físico, pues si perseguimos La Luz con certeza absoluta, se nos proporcionará todo lo demás.
Con esto cerramos la lección de esta semana y nos vemos la próxima para estudiar “Vayejí”, la última lección del libro de Bereshit/ Génesis, para dar cierre a otro libro de la Torah con nuestro estudio semanal.
Feliz inicio de semana.
La Tefa.-