Bereshit/ Génesis 6:9 – 11:32
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Habían pasado solamente 1000 años desde la creación del Mundo, cuando Dios envió un diluvio de aguas hirvientes que arrasó con casi toda la humanidad y los seres habitantes del planeta.
El Zóhar nos revela que las aguas del Diluvio Universal ocurrieron durante el mes de Escorpio “Mar Jeshván”. Escorpio el signo más intenso y riguroso que representa la Columna Izquierda del elemento Agua.
Su composición es de Energía de “Agua” con elemento interno de “Fuego” y así es como la Kabbalah nos explica que las aguas que fueron enviadas por la mano del Creador en aquel Diluvio, fueron aguas que oscilaban a temperaturas muy elevadas, de manera que el Mundo no solo sufrió la inundación sino también las altas temperaturas que se encargaron de hervir y purificar arrasando con toda carne y materia viva.
Dice la Kabbalah que la razón por la cual se requirió de aguas hirvientes es porque era necesario asegurarse que no quedara ningún residuo del “Néfesh” (Nivel más denso del alma que reside en la sangre) de aquellas Almas encarnadas en esa época, pues era tal el grado de negatividad de la humanidad de aquellos, que no era positivo ni para si mismos ni para el mundo, que reencarnaran de nuevo ni que dejaran partículas energéticas de esta negatividad sobre la Tierra.
La oportunidad para estas almas no llegó más allá de aquella encarnación y así el Zóhar nos revela que cuando un Alma llega a un grado tan fuertemente negativo, que resulta nocivo tanto para nosotros mismos como para el resto de La Creación, Dios prefiere destruir por completo a esta alma que no será capaz de redimirse jamás.
Ese fue el destino de miles de almas que habitaban la Tierra en la época de Nóaj y aunque no ha habido otro Diluvio de tal magnitud y características, eso claramente no quiere decir que como humanidad hayamos logrado la transformación necesaria para salvarnos de otra destrucción como aquella. Sin embargo Dios hizo una promesa a los sobrevivientes, Nóaj y su familia así como a todos los animales del Arca, de nunca volver a destruir la Tierra.
Y para sellar su promesa, nos dejo la señal en el cielo del “Arco Iris”.
Esta señal quedó como un recordatorio tanto para Dios como para el Hombre, en la que Dios nos indica que cada vez que veamos el arcoíris en el Cielo, recordemos que estamos “a salvo”, pero que esta señal también sirviera de recordatorio de que la negatividad sobre la tierra se hace tan fuerte que el símbolo del arcoíris nos alerta del nivel de destrucción al que nos estamos acercando.
En pocas palabras es como si El Creador quisiera abrir el chorro y dejar correr el agua para limpiar de nuevo… pero no lo hará y nos dibuja el Arcoíris para avisarnos las ganas que tiene de hacerlo pero que cumplirá su promesa, jajajaja.
( Desde el día que comprendí esto, no volví a ver al hermoso arcoíris de la misma forma; es una señal muy seria que aunque puede transmitir paz porque estamos a salvo de otro Diluvio en realidad nos recuerda que estamos sumergidos en nuestra propia autodestrucción 🤦🏻♀️) .
La Kabbalah también nos cuenta que desde el Diluvio sólo hubo una época en la que el Arcoíris dejó de aparecer en el Cielo. Aquel momento fue la época en la que Rav Shimón bar Yojai vivió en la Tierra, este gran maestro Kabbalista fue el responsable de que hoy tengamos en nuestra vida el Zohár!!!… este maestro reveló tanta Luz en el mundo que fue capaz de mantener a La Creación a salvo a pesar de que fue perseguido a muerte y gracias a su esfuerzo por cumplir su misión y llamado, hoy podemos redescubrir y acceder al poder de esa sabiduría.
“Luego de su muerte, el Arcoíris volvió a pintar el Cielo”.
Por ello es que el Zóhar se considera y se asocia con el Arca que nos mantiene a salvo del caos y la destrucción al igual que hizo el Arca con Nóaj, su familia y los animales. El poder del Zóhar es tan grande que sólo con el hecho de tenerlo cerca, la energía que de él emana es indescriptible.
La historia de Nóaj nos deja muchas lecciones valiosas. Una de ellas se oculta en el nombre de este personaje… “Nóaj” que se traduce del hebreo – arameo como “estar cómodo” y así el tema de esta historia tiene que ver con la comodidad personal que nos dice que todo aquel que busca tener una vida cómoda por medio de actuar de forma cómoda, simplemente no lo logrará; pues la clave para encontrar esa comodidad plena que tanto anhelamos en realidad radica en el polo opuesto… que es “el esfuerzo”.
“ El Progreso espiritual no se alcanza dentro de la zona de confort”
Así pues, no podemos aspirar a la comodidad sin aceptar que todo lo que existe está formado de dos polaridades o dos caras y que así como cuando queremos tomar una moneda, tenemos que aceptar que ambas caras van incluidas sin separación, de esa misma forma la comodidad va ligada al esfuerzo.
El Rey Salomón dijo sobre esto:
“Todo lo que existe bajo el Cielo, tiene un tiempo, y el tiempo para la comodidad no es mientras estamos en este mundo”.
Y con esto se refería a que mientras estemos conectados a la realidad del árbol del bien y del mal así tenemos que entender que sencillamente no venimos a esta vida a descansar a diestra y siniestra, sino todo lo contrario, a esforzarnos y luchar por cambiar nuestra conexión al Árbol de la Vida en donde finalmente podremos descansar y disfrutar de sus frutos.
Recordemos también que al final de todo, la comodidad nunca la encontraremos fuera de nosotros mismos ni lejos de la Luz del Creador.
Otro aspecto importante en esta lección es el hecho de que este Diluvio recibiera el nombre de “Nóaj”, esto fue dado a que Nóaj fue incapaz de sentir el dolor del prójimo que estaba destinado a hervir y morir en las aguas del Diluvio.
No se trataba de llorar y suplicar inútilmente por la vida de aquellas almas. Pero si se trataba de conectarse al dolor ajeno y aprender a través del dolor del mundo…
El crecimiento espiritual implica sentir el dolor del otro.
Pero… por qué es necesario?
La respuesta es que solamente experimentando genuinamente la angustia y el dolor de los demás, es que de verdad nunca podremos ser capaces de infligir dolor sobre nadie. Al igual que el hecho de comprender que cuando hacemos daño a alguien no tenemos ni la menor idea de a quién estamos lastimando en realidad… pues si pudiéramos saberlo realmente nunca lo haríamos ya que el daño que causamos es solamente a nosotros mismos!!!
Entonces Nóaj no llegó a la talla espiritual necesaria para redimir a la humanidad a pesar de ser el único con la elevación espiritual para ser salvado. Pero esto tuvo que ver con el hecho de que habitó en una generación de personas muuuuuy negativas y corruptas.
Aquí los kabbalistas nos explican que por esta razón es de suma importancia cuidar el entorno en el que nos desenvolvemos y de las personas que nos rodeamos pues esto determinará nuestro desarrollo, nivel y crecimiento espiritual.
Por otra parte, esta Parashá nos cuenta que la inmoralidad sexual o el mal uso de la energía sexual, fue una de las raíces de esta gran negatividad en la época de Nóaj.
El Zóhar aclara explícitamente que en esta época los hombres forzaron a diferentes criaturas vivientes a mezclarse y aparearse con otras especies, lo cual resultó en la alteración del código genético divinamente aprobado para cada especie, incrementando así el caos en lugar del orden en el mundo.
La mezcla entre las especies no sólo se refería a las especies animales. Aquí se hace referencia a que existían diferentes razas de seres entre los cuales no solo existían los humanos como lo conocemos ahora.
Quizá y digo solamente que “tal ves” ya no existen más especies además de la humana y los diferentes animales, pero aún así el mismo fenómeno que corrompe nuestra sexualidad sigue ocurriendo en la actualidad y se perdió por completo el sentido espiritual detrás de las relaciones sexuales. (amplía este tema con el articulo Sexo: la puerta a la vida o a la muerte, ¿de qué lado estas?…)
La historia de Nóaj nos cuenta que hubo un pacto que se realizó entre Dios y Nóaj; este pacto está relacionado con los actos sexuales negativos y el derramamiento disipado de semilla de un hombre para obtener placer egoísta y no para compartir y crear vida.
Y cuando hablamos de vida, no solo nos referimos a procrear, sino a la vida que se crea a través del compartir con la pareja durante el acto sexual.
Lo verdaderamente triste y decepcionante es que claramente podemos ver en nuestros tiempos, cómo esa vida se ha convertido en muerte con el exceso del mal uso de nuestra sexualidad. Desde los miles de perfiles y fotos de hombres y mujeres con urgencia de likes (ya ni siquiera por dinero) a cambio de cuerpos desnudos, hasta la degradación sexual en la música que escuchan las nuevas generaciones desde muy pequeños; y no digamos más sobre la trata de personas, pornografía de todo tipo y la tradicional ocupación de la prostitución que va en auge abierta o solapadamente.
Y aún así yo me pregunto… cómo podemos ser capaces de sonreír y sentir paz al ver un arcoíris cuando el respeto por nuestra energía más poderosa y preciada está más abajo que el mismo suelo!
Hay otro código oculto en esta lección de la Torah justo en el versículo 6:16 donde dice: “… Harás el Arca de un primer piso, un segundo piso y un tercer piso.”
Aquí donde se narra la instrucción para los 3 pisos que se supone debía tener el Arca, el Zóhar nos explica que estos tres pisos en realidad se refieren a las 3 columnas del Árbol de la Vida y así nuevamente asociamos al Arca con el estudio del Zóhar que nos conecta con el Árbol de la Vida.
Así también existe otro aspecto importante de conocer respecto a esta lección que tiene que ver con las propiedades que poseía el Agua antes del Diluvio y que tenían que ver con la capacidad de sanar y limpiar la negatividad espiritual del alma.
Sin embargo las personas de aquella época ni siquiera se tomaban el tiempo de cuidar de su higiene espiritual no digamos del aspecto físico en cuanto a higiene se refiere; sin embargo el agua era un agente sanador natural y era la razón principal por la que cual las personas de las generaciones anteriores a Nóaj vivieron durante cientos de años.
El Diluvio alteró la estructura molecular y espiritual del agua perdiendo así una parte de este poder de sanación y longevidad.
— Otro código con respecto al agua… El peso molecular del agua tiene un valor de 18 que es el mismo valor numérico de la palabra aramea “jai” que se traduce como “Vida”. —
Sobre las fechas y momentos oportunos…
Las fechas que nos presenta la Torah en sus historias, siempre son exactas y específicas. Cada fecha representa una ventana de oportunidad para acceder a los Mundos superiores.
Aquí la Kabbalah nos explica sobre la importancia fundamental de las fechas en nuestra vida. Nuestro ego nos impulsa constantemente a través de la reactivada de la impaciencia a elegir fechas equivocadas, lo cual hace que llamemos semillas demasiado pronto o que posterguemos las cosas demasiado tiempo.
El calendario Kabbalístico y los conocimientos de la Torah nos dicen cuáles son los pedidos apropiados para ocupar o abstenernos de llevar a cabo algunas de as actividades de nuestra vida diaria.
Sobre las señales que se nos presentan en la vida…
Al finalizar el Diluvio Nóaj envió un cuervo y una paloma para ver si era seguro bajar del Arca. El curvo no regresó… este representaba la naturaleza egoísta, la paloma que representa la lealtad, fue de quien recibió la señal.
Aquí se nos enseña sobre la importancia de buscar señales en nuestra vida, las cuales llegan de miles de formas, muy sutiles o bastante claras con la intención de proporcionarnos guía. Pero para acceder a ellas debemos estar abiertos a recibirlas sean estas grandes o muy pequeñas.
“Dios siempre utiliza cualquier clase de cosa que llame nuestra atención, solo tenemos que abrirnos a escuchar el mensaje”.
Más adelante en esta Parashá se nos cuenta que durante las generaciones de los hijos de Nóaj se produjo un gran crecimiento de población y que a medida que la población aumentaba se fue dando la separación entre las personas y las extensiones de tierra que estos habitaban.
Aquí se encuentra oculta una lección sobre la “desunión” que es la causa originaria de todo el caos; el cual sólo puede ser erradicado con el amor al prójimo como a nosotros mismos.
En aquellos días todos los habitantes del mundo hablaban “una sola lengua” y que todas estas personas empezaron a construir “ una ciudad y una torre” que llegaría hasta el cielo.
El Zóhar nos explica que esa ciudad y esa torre se refiere en realidad a las 10 Sefirot “negativas”… pues según la Kabbalah así como existen 10 Sefirot del Árbol de la Vida, existen de la misma forma 10 Sefirot que son el lado oscuro de las anteriores, correspondientes a los mundos inferiores, como una especie de negativo en donde habitan fuerzas oscuras siendo el perfecto contrario de la Luz más elevada que habita en los planos superiores.
La lengua que todos hablaban eran las letras “arameas”.
Así el Zóhar nos cuenta que sucedió algo increíble, en el aspecto negativo d ella palabra!, ya que los habitantes de aquella época eran espiritualmente avanzados pero con un nivel muy profundo de negatividad y malicia… fueron sensibles a influencias oscuras del “Otro Lado” y con esto nos referimos al “Lado oscuro de la negatividad”.
Si bien en muchos casos nos referimos a “la oscuridad” como lo que se encuentra oculto de la Luz, en este caso estás personas tenían inclinación a “la oscuridad” que se encontraba oculta de la propia oscuridad.
“Ellos descubrieron la sabiduría secreta de la Kabbalah que había dejado Nóaj y la utilizaron para obtener el control sobre mundo, pero desde las profundidades de la negatividad”
El objetivo era fortalecer el poder del Otro Lado y adorarlo pues se dieron cuenta de que de este lado emanaba el poder sin requerimiento de esfuerzo. Pero lo que desconocían era que a cambio de este poder “fácil” se paga con la propia vida y así la humanidad entera sería esclava de la oscuridad del Otro Lado, un abismo aún más profundo de que ya nos encontrábamos desde la caída de Adam y Havá!!!
Su verdadera intención era conseguir todo el poder para “desafiar a Dios”.
La clave del éxito de este plan radicaba en un aspecto importante en las leyes universales… y es que para llevar a cabo este gran acto de negatividad, todas estas personas permanecieron en “UNIDAD” y la unión es la fuerza más poderosa que existe; y el Zóhar nos dice que si alcanzaban su objetivo bajo el poder de la fuerza de la unidad, así fuera el objetivo más malvado y negativo, ni siquiera El Creador mismo los hubiera podido detener.
En cumplimiento de las leyes universales, mientras se mantuvieran unidos eran un solo corazón y un solo deseo a pesar de la negatividad de su plan; y por esta unión “nada de lo que planeaban hacer les sería negado”
Así pues esta lección nos enseña que el mal unificado siempre será capaz de derrotar y conquistar el lado de la bondad si no existe unidad entre las personas “buenas”. De manera que la única forma de derrotar el mal unificado es a través de la unión total del lado de la bondad.
Por ello, cuando Dios previó el destino de la humanidad… nuevamente intervino y se vio forzado a “crear desunión” entre los hombres, creando “confusión en su lenguaje” por medio de 70 lenguas adicionales y rompiendo así su enlace de comunicación por medio del “arameo”. (Esta es la famosa historia de la torre de Babel)
Es por esta razón que el arameo se conoce hoy como una “lengua muerta”, pues desde aquel momento y con el pasar del tiempo la humanidad ha perdido el verdadero poder y propósito real del arameo. El cual no era específicamente un “idioma” como lo entendemos hoy con el inglés, español, francés, aleman, etc.
Las letras arameas son un lenguaje como los son los números en la matemática, que sirven para crear combinaciones y fórmulas que dan paso a otro tipo de comunicación que se distingue del lenguaje hablado para la comunicación tradicional entre los hombres.
Nosotros nunca diríamos que vamos a hablar en lengua matemática, ni entablaríamos una conversación numérica entendible; sin embargo un programador de sistemas puede perfectamente utilizar este lenguaje para crear instrucciones que una computadora recibe para producir diversas clases de datos como programas que permiten a la computadora llevar a cabo funciones específicas solicitadas por el usuario.
De esta manera hoy tenemos acceso a las computadoras, los celulares inteligentes, el internet y cientos de programas digitales para crear lo que se nos ocurra, etc., etc.
Entonces así podemos entender que el “lenguaje arameo” que es el lenguaje de la Kabbalah, en realidad es un sistema de códigos para crear instrucciones que permiten que el Cosmos y La Creación completa puedan realizar programas para que nosotros podamos crear lo que queramos!
“Los códigos arameos son los códigos de la creación misma y por medio de ellos tenemos el control de la materia y accedamos a la fuente del poder espiritual”.
Así es como Moshé/ Moisés separó las aguas del Mar Rojo, o hizo que las aguas del Nilo se convirtieran en sangre o que su báculo de madera se convirtiera en una serpiente… poder de la mente sobre la materia!
Sin embargo El Creador dejó al alcance de la humanidad toda esta sabiduría, aunque claramente fue oculta por miles de años y bajo miles de velos y códigos que no la han hecho de fácil acceso. Él sabía que en un futuro ninguna persona de consciencia malvada tendría interés en acercarse a la Kabbalah pues al ser completamente seducidos por la comodidad del mundo material, el trabajo y esfuerzo arduo que requiere la Kabbalah para poder tener acceso a ella, automáticamente sirve de filtro para aquellos que prefieren lo fácil y cómodo. Y por eso ahora los secretos Kabbalísticos de las letras arameas son revelados solo a aquellos que los buscan y se esfuerzan por entenderlos.
Por lo tanto dice el Zóhar:
Para nosotros y para todos aquellos que se ocupan con el trabajo espiritual y son de un corazón y un deseo únicos… Nada de lo que queramos hacer nos será negado.
Por otro lado, en esta historia nos cuentan que hubieron 10 generaciones de Nóaj a Avraham que es el mismo número de generaciones que hubo anteriormente de Adam a Nóaj… la Kabbalah explica que esto se refiere a la estructura cíclica de nuestro Universo y a las 10 dimensiones que confirman la realidad, es decir “las 10 Sefirot” que significan “10 Emanaciones” de Luz. Estas diez dimensiones apenas se empiezan a detectar por la ciencia, siendo la “teoría de las supercuerdas” que trata de comprobar su existencia.
El Dr. Kaku, físico y teórico dice sobre esta teoría lo siguiente:
El Universo es una sinfonía de cuerdas vibrantes. Y cuando las cuerdas se mueven en el espacio-tiempo de diez dimensiones, distorsionan el espacio tiempo en la misma forma que predijo la relatividad general. Los físicos rescatan nuestro conocido Universo de cuatro dimensiones adurmiendo que, durante el Big Bang, seis de las diez dimensiones se enroscaron (o se “compactaron”) en una pequeña bola, mientras las cuatro restantes se expandieron explosivamente, dándonos el Universo que vemos.
Esas 6 dimensiones compactadas que se mencionan en la teoría de las supercuerdas es a lo que la Kabbalah se refiere como “Zeir Ampín” y para codificar dichas dimensiones agrupadas se creó el símbolo de la “Estrella de 6 picos” conocida como:
- Estrella de David
- Escudo de David
- Merkabah
- O en geometría sagrada como Estrella Tetraédrica.
En el estudio del Árbol de la Vida y las 10 emanaciones Luminosas, la Kabbalah nos explica que esas 6 dimensiones que se encuentran fuera de nuestra percepción son la fuente y el manantial de todo el conocimiento y la plenitud que aparecen en nuestro mundo.
La conexión con este reino multidimensional conocido como el “Zeir Ampín” es la clave para obtener el control genuino y la plenitud en la vida.
Así entonces el relato de las 10 generaciones entre Adam y Nóaj y las 10 generaciones entre Nóaj y Avraham en realidad son un código que se refiere a las “10 Sefirot”.
Por otro lado también se nos explica que durante las 10 generaciones anteriores a Nóaj el tiempo de vida era de 300 años aprox., y que durante las 10 generaciones anteriores a Avraham el tiempo de vida bajo a 100 años aprox.
Y así podemos ver que a medida que nos alejamos en la línea de tiempo de Adam y Havá en el Jardín del Edén, donde la inmortalidad era la norma, la muerte se convierte en una fuerza más poderosa. Sin embargo es a través del Zóhar y sus secretos y los 72 Nombres de Dios que podemos conectar con la energía de vida e inmortalidad el Jardín del Edén y recuperar esa Luz para nuestra vida.
Y con esto llegamos al final de esta lección y podemos observar que la Torah guarda muchos secretos que nos conectan con la espiritualidad y la ciencia (Cielo – Tierra), todo lo que existe en este mundo y lo que la ciencia ha comprobado o apenas ha descubierto en teorías, la Torah y el Zóhar ya lo ha revelado.
Les deseo una semana poderosa, que todos logren crear la conexión necesaria con la energía para crear nuevos inicios en este mes de Escorpio y que disfruten tanto de esta lección como de la conexión de Luna Nueva.
Nos vemos la próxima semana para estudiar la Parashá de Lej Lejá…
La Tefa.-