Y nos llega el último día de este largo proceso de auto evaluación, purificación, programación y para cerrar con broche de oro llegamos al tema de la expiación; ¿pero a qué se refiere esta palabra específicamente?
El diccionario nos dice que la palabra expiar, se entiende como el acto de sufrir un castigo por haber cometido una falta, delito o culpa. Es purificar algo que ha sido profanado.
Desde la perspectiva Kabbalística, la expiación nos habla del perdón que en esencia definitiva, no tiene nada que ver con el acto de pedir perdón por una mala acción cometida para luego seguir cometiéndola sin realizar un cambio en sí mismo. La mayoría de las personas entienden la expiación como el acto de confesar el “pecado”, recibir un “castigo” y luego de haber pagado por la falta vuelve a caer en ella para iniciar el ciclo de nuevo. La gente va a las iglesias a pedir perdón, a confesarse y solicitar la absolución de sus faltas, realiza rituales de sacrificio, ofrendas, etc., etc., para tratar de limpiar la culpa que es lo que en realidad les pesa y a pesar de no realizar un cambio interno y de consciencia, la acción de haber cumplido con un “castigo” les hace sentir que ya se equilibraron con el pago que retribuye su falta.
Pero entonces qué sentido tendría una ventana cósmica con esta intención, si de todas formas las personas seguimos actuando de forma negativa y dañina para sí mismos y hacia el prójimo.
Yom Kipur es un evento que se da una vez al año, pero eso no significa que la oportunidad de hacerlo cualquier día no sea posible, simplemente que en este día la energía nos da todo lo necesario para realizar el acto de expiación a nivel de la raíz, cubriendo desde lo más profundo de nuestro ser para darnos la oportunidad de iniciar en verdad de cero el nuevo ciclo de 365 días.
La Kabbalah nos explica para entender mejor el asunto de la expiación, que si existe una sola persona que nos odie, sienta rencor, resentimiento, ira o enojo hacia nosotros por alguna acción que hayamos cometido o en la que nos hayamos involucrado y que aún no se haya reconciliado quiere decir que no hemos tenido éxito en hacer las reparaciones necesarias para llevar una vida en equilibrio y armónica. No se trata de pedirle perdón a Dios por nuestras faltas, al final el todo lo perdona y es muy claro al respecto. El verdadero problema esta entre nosotros mismos, entre nuestras relaciones con las demás personas y la dificultad que tenemos de “amar al prójimo como a nosotros mismos” que es la clave fundamental para nuestra conexión con La Luz.
Entendamos entonces que pedir perdón por haber lastimado a alguien en realidad no repara el dolor causado, no es suficiente!!!…
No se trata de pedir perdón por arrepentimiento o culpa sino porque de verdad estamos dispuestos a reparar el daño y eso requiere tener la determinación de experimentar el dolor y la pena que hemos causado y retirar estos efectos de la persona afectada, liberarla del dolor y sufrimiento que no le corresponden.
Desde el punto de vista Kabbalístico, existe una sola forma de corregir el dolor ya causado, que consiste en retornar en consciencia al momento y lugar justos en el que se cometió el daño para anular el error.
¿Cómo es posible esto?
Lamentablemente el viaje en el tiempo es una herramienta que se cree solamente un asunto de ciencia ficción, cuando Yom Kipur es el día en el que el viaje en el tiempo llega a su punto final trayendo el cambio a través de las correcciones efectuadas al presente. Los 10 días de arrepentimiento son el vehículo del viaje, son 10 días en los que rememorar las acciones pasadas, para comprender el por qué de nuestro comportamiento y reconocer el deseo egoísta por el cual fuimos impulsados.
De igual forma tiene lugar el acto de confesión, pero no como lo que nos inculcaron en la religión… la confesión se trata del acto de aceptación abierta.
Confesión en arameo se dice “vidui” que tiene su raíz en la palabra que significa “certeza y verdad”, es decir que la confesión es un acto que revela la verdad… ya sea que realicemos la confesión con quien nosotros creamos conveniente hacerlo así sea un extraño, la persona afectada, un amigo o solamente a nosotros mismos, el acto de expresar con palabras permite que haya revelación de luz tras un hecho que se encuentra en oscuridad hechando raíces dañinas.
Cuando confesamos conectamos con la verdad y nos desconectamos del deseo egoísta que viene del EGO que nos convence que callar es lo mejor ya sea porque nos quiere convencer de que estamos bien y tenemos la razón o porque “es mejor” dejar las cosas así para no alborotar el avispero.
Pero nuestro objetivo al llegar a Yom Kipur es poder manifestar un año libre de sorpresas desagradables y si insistimos en guardar malas hierbas en el jardín pues ya sabemos cual será el panorama que veremos en el futuro.
En síntesis podemos decir que la confesión es una herramienta que nos ayuda a resolver problemas y que nos brinda la oportunidad de escapar de las garras del EGO que secretamente se alimenta de la Luz que estamos ocultando en nuestras faltas o acciones negativas “secretas”, por medio de esta acción abandonamos el mundo de la ilusión y conectamos con la verdad plena que nos libera del dolor tanto a nosotros como a aquellos a los que hemos lastimado.
Entonces es a través de esta ventana cósmica de Yom Kipur y en el entendimiento más profundo de la misma que se espera que la humanidad dé un paso decisivo hacia la eliminación de la actividad cósmica negativa que ha sido parte de nuestras vidas durante los últimos 2000 años.
Los pasos a seguir para conectar con la energía específica de ese día son la expiación, ayuno y descanso absoluto de todo tipo de trabajo.
Recordemos nuevamente que durante las ventanas cósmicas se revelan las “Fuerzas del Universo”; por lo tanto se entiende que durante Yom Kipur se revela un “Código Cósmico” especial en todo el Universo.
Yom Kipur es un día en el que se nos permite entender nuestra parte física, nuestro cuerpo y sus circunstancias, ya que sin tal entendimiento no podremos pasar al nivel interno o espiritual. Es un día de “ayuno”, que es la conclusión de los 10 días de arrepentimiento que siguen después de Rosh HaShana y por lo tanto termina siendo el día más importante de este circuito.
“El ayuno como tecnología para el alma”
Antes que nada, entendamos que el tema del ayuno no es un asunto de castigo ni sacrificio u ofrenda. EL ayuno es una herramienta o tecnología para el alma, ya que es por medio de esta que tenemos la oportunidad de tomar el control de nuestro cuerpo desde el Alma, quitándole toda dirección al EGO.
El ayuno de Yom Kipur es un ayuno “mayor” que da inicio desde el atardecer del primer día hasta el anochecer del siguiente (26 hrs. en total) y consiste en:
1. No consumir ningún tipo de comida y bebida
2. Bañarse
3. Utilizar loción, aceites, humectantes o cosméticos
4. Usar zapatos de cuero
5. Tener relaciones sexuales
La Torah nos dice:
“No sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Creador”
Este versículo nos enseña que no podemos alimentarnos únicamente del aspecto físico de la comida sino que existe una energía oculta en él que es la que verdaderamente nos nutre energéticamente, de manera que aunque el alimento físico es necesario para el cuerpo no lo es para el alma.
Por otro lado, la Kabbalah también nos explica que cuando conectamos únicamente con la parte física de los alimentos en realidad lo que ocurre es que estamos dándole de comer nada más que al EGO y es aquí cuando la comida en vez de ser un beneficio se convierte en un problema con el que desarrollamos intolerancias, intoxicaciones, alergias, obesidad, alteración en el colesterol, azúcar, etc. Porque solamente nos enfocamos en la materia del alimento que corresponde al mundo del 1%, el plano físico al que responde el EGO.
Cuando hacemos el ayuno espiritual, no solamente estamos dejando de comer sino estamos haciendo un reset en nuestro sistema diciéndole al EGO que somos nosotros quienes elegimos qué y cómo alimentarnos y que no es él quien nos controla por medio del deseo de recibir para sí mismos a través del deseo por el placer que producen los alimentos, el sexo, el uso del calzado y el baño para lavar nuestro cuerpo. En realidad cuando entendemos que por medio de estas acciones podemos conectar con la energía del sustento pleno, comprendemos que más allá de una simple acción necesaria para el cuerpo en realidad son acciones muy espirituales que crean un cableado hacia la fuente de energía plena.
Para terminar este post, les dejo una lista de los preparativos para la ventana cósmica de Yom Kipur y los invito a leer el último post de esta serie el día de mañana!
Preparativos:
- La ventana inicia el atardecer del 9 de Libra/ Tishrei al anochecer del 10 del mes de Libra/ Tishrei
- Previo al momento de conexión exacta, realizar una última comida muy balanceada y nutritiva y beber suficiente agua.
- Después de tomar tu baño normal, Realiza un baño de sumersión de la cabeza a los pies con hierbas y sales para realizar una limpieza energética profunda.
- Hemos tenido bastante trabajo de preparación, pero las horas previas al evento son muy importantes para ponernos en sintonía de forma consciente, recuerda que el día de Yom Kipur no trabajamos, así que trata de estar lo más alineado posible en cuerpo y mente para conectar con tu espíritu.
- Al caer el Sol, la ventana se encuentra oficialmente activa, por lo que si deseas cumplir con el ayuno, el momento inicia aquí.
- Puedes ocupar tu tiempo no sólo para descansar físicamente, sino lo ideal es para realizar tu trabajo de introspección más profundo y a consciencia en base a lo que hemos estado estudiando en los últimos posts.
- Lee y escribe lo que necesites para realizar los ajustes en tus propósitos para el nuevo ciclo, medita, haz oración, trabaja en tu proceso de expiación y perdón.
- Enfócate y recuerda que todo cambio que realizamos en nosotros mismos tiene el poder de cambiar al mundo entero!
La Tefa.-