Los dos días de Rosh HaShaná han terminado, estos dos días que marcan el inicio del nuevo ciclo de 365 días, corresponden un día al cuerpo y otro al alma, a la parte espiritual y a la parte física. Durante estos dos días lo que ocurrió en nosotros fue una separación entre la materia y el espíritu, una separación necesaria para poder separar lo positivo de lo negativo de una forma clara y aunque nuestros ojos no puedan percibirlo así como no percibimos que cada 7 años nuestro cuerpo cambia y regenera por completo sus células, piel, cabello, etc., que aunque sea un proceso que no podemos ver no quiere decir que no suceda.
Hemos tenido dos días, 48 horas para hacer una limpieza de último minuto, pero quizá la más importante de nuestra vida; colocar todo sobre la mesa y evaluar aquello que vale la pena conservar y lo que es necesario desechar.
Ahora oficialmente estamos fuera de la ventana de Rosh HaShaná y entramos en una especie de limbo hasta la próxima ventana de Yom Kipur, estamos transitando por los “Yamim Noraim” los 10 días temibles, que no son más que un período de evaluación en los que revisamos el plan del nuevo año mientras que toda la información se programa en nuestro sistema para proceder a proyectarse en nuestra vida.
Digamos que el día de cierre de todo esto es Yom Kipur el día en el que el dictamen se hace definitivo para cada día de nosotro, para poder llegar preparado a ese dia, es necesario haber meditado sobre nuestros caminos y la manera de enderezarlos.
Las escrituras dicen:
“La necedad es alegría al falto de entendimiento; Mas el hombre entendido endereza sus pasos”
Aún hay oportunidad de elegir hacer las cosas bien, por nuestro propio bien, pero el camino no es evadir la oscuridad, es ir hacia adentro, a través de ella y es exactamente a lo que esta energía nos invita. A llegar hasta lo más profundo.
Un Principio espiritual por excelencia es restituir lo dañado, sea el buen nombre, la honra, obediencia o bienes materiales… el único camino para garantizar un mejor ciclo es reparar los daños causados, reconociendo las faltas, parar el comportamiento, hacer público el arrepentimiento y proceder a la reparación.
Una vez que hemos restituido es cuando estamos en condiciones de pasar por la energía de los días de “Yamim Noraim”. Restituir lo que hemos destruido, está relacionado con un agraviado, al que hemos hecho algún tipo de daño. No es una restitución en abstracto, intangible o hacia algo, es siempre hacia alguien. La ofensa puede ser de carácter material, pero también emocional cuando hemos herido los sentimientos de alguien, su honra o autoridad.
Es necesario tomar en cuenta que antes de que podamos cambiar la historia tenemos que cambiar nosotros y este es el momento de tomar la determinación de hacerlo…
Nuestras armas son espirituales, no combatimos contra personas, sino contra nuestra propia energía negativa “el Satán/EGO”
Pero no solo se trata de contar los días, restituir al ofendido, meditar y orar por los demás, esto no nos lleva al objetivo, si no empezamos a hacer un verdadero cambio interno en nosotros mismos a nivel de consciencia.
“Tiempo de reflexión e introspección”
Yamim Noraim (Días Temibles) es el nombre que se les da a los 10 días que transcurren entre la festividad de Rosh HaShaná (Cabeza del año) y Yom Kipur (Día del Perdón o Expiación).
Cuando vamos a gran velocidad, tenemos que reducir poco a poco, progresivamente hasta poder detenernos, es una ley física. La vida espiritual demanda de nosotros una reducción de la velocidad con la que vivimos, para entrar en Rosh Hashaná y Yom Kipur adecuadamente. Estamos obligados a parar para poder observar y analizar lo que ocurre en nuestra vida y poder tomar responsabilidad y la atención necesaria. Apreciar los detalles en una vista general y definida tanto de cerca como de lejos para cubrir todos los aspectos.
“Durante estos 10 días nuestro trabajo espiritual es un entrenamiento como el que hacen los corredores, previo a una carrera de alto nivel”
Son 10 días en los que se lleva a cabo una batalla con nuestra propia negatividad, para lograr realizar una programación limpia y equilibrada para el nuevo año.
¿Pero qué es lo que está pasando durante estos días tan importantes?
Empecemos por explicar lo siguiente:
¿Qué son las acciones negativas?
Partamos por comprender que todo viene de la Luz, aún lo negativo o lo que etiquetamos como “malo” tiene su origen en la Luz, pues es la Luz la única que crea todo lo que existe, sea positivo o negativo, “bueno o malo”.
Entendemos cómo acción negativa algo que causa daño, dolor, caos o molestia a nosotros mismos o a nuestro entorno. Espiritualmente o energéticamente una acción negativa es algo que atrae Luz pero sin la previa preparación de una vasija adecuada que la contenga para poder revelarla.
Por el contrario una acción positiva es la misma atracción de Luz pero que si ha tenido una preparación previa de la vasija que va a contener dicha luz y por lo tanto tiene la capacidad de revelarla en una manifestación que resulta agradable y beneficiosa para nosotros o nuestro entorno.
El resultado de la acción negativa se siente mal, se siente dolorosa o incómoda porque al no tener un recipiente o vasija adecuada para recibir la Luz que se atrajo, toda esta Luz es prácticamente desperdiciada y queda a disposición del Satán/EGO, que se alimenta de ella, crece y se fortalece, mientras que nosotros perdemos fuerza y esto es lo que nos duele. A esta incomodidad o dolor es a lo que la Kabbalah llama energía de “juicio”. Juicio es el código que nos indica que no había una vasija adecuada para contener la Luz que se atrajo de manera equilibrada y que por lo tanto la manera desenfrenada con la que la Luz se ve obligada a revelarse provocará daños o sucesos dolorosos.
“EL DÍA DEL JUICIO DE VERDAD EXISTE”
No es como hemos creído, un día en el que el mundo se acaba y los pecadores se van al infierno mientras que los santos suben al cielo…
El día del juicio, comprendiendo ya el concepto de “juicio” explicado anteriormente, es un evento cósmico que se da una vez al año, es la ventana cósmica de “Rosh HaShaná” que pone a nuestra disposición energía que separa y mide las acciones en la balanza de Libra, que atrajeron Luz de forma positiva y de forma negativa. Es un evento que ocurre una vez por año y que determina la “factura” de todas las intenciones y acciones acumuladas en el año que termina.
Es el sistema que tiene la Creación para poder separar a los “Tzádik” (justos) de los “Rashá” (malvados o injustos). Y es aquí donde se nos confirma y garantiza que “justos no pagan por pecadores”… aquel que se ve afectado por la negatividad de otros es porque en realidad vibra en la misma frecuencia y por lo tanto la energía de juicio es compatible y aplicable a él.
Se separan las acciones negativas de las positivas de cada hombre en el mundo y de esta forma se hace el conteo específico de la energía que le corresponde a cada uno como consecuencia o efecto de sus acciones.
Veamos un ejemplo de cómo esto se manifiesta en la vida:
Cómo se explica que dos personas que estuvieron expuestas en un ambiente viral pueden presentar consecuencias diferentes, uno de ellos puede verse afectado y sufrir los efectos de la contaminación, mientras que el otro sale sin experimentar ninguna alteración; ¿cómo es que uno es inmune y el otro no?… La ciencia puede decir que es a causa del sistema inmune de la persona y que tiene excelentes defensas, pero qué es lo que permite que su sistema de defensas esté en un nivel óptimo si digamos que ambos llevaban el mismo estilo de vida y nutrición. Incluso algunas veces se ha podido ver casos en los que una persona que gozaba de mayores beneficios económicos, salubres, alimenticios, etc., cae gravemente enfermo mientras que otro que tenía grandes deficiencias en los mismos aspectos, goza de una excelente salud.
La ciencia intenta resolver y explicar estos aspectos, pero la verdadera respuesta se encuentra detrás de las acciones positivas y negativas de cada individuo.
Entonces, en resumen podemos decir que estos 10 días temibles, son temibles porque estamos enfrentando cara a cara los aspectos que no hemos querido enfrentar de nuestra sombra, estamos meticulosamente escarbando en lo más profundo, aspecto por aspecto, todo sale a la Luz y se deja ver si así lo elegimos. Puede ser algo muy fuerte e intenso, pero mientras más resistencia tengamos a nuestra propia negatividad esta crece aún más para hacerse inevitablemente evidente.
Ahora bien… todo este trabajo es la preparación que nos llevará hasta Yom Kipur el día en el que nuestra nueva película de vida se termina de producir y queda lista para su lanzamiento al público!!!
En el próximo post, hablaremos específicamente de la ventana cósmica de Yom Kipur y el ayuno que se lleva a cabo ese día como herramienta para la batalla final contra el EGO.
Recuerden poner todo su empeño en realizar las correcciones necesarias, en reparar aquello que hayan arruinado, en reconocer aquello que saben que les cuesta y que hasta hoy han evadido, el momento es hoy y siempre es bueno no dejar para mañana lo que podemos hacer hoy!
La Tefa.-