Cuando salgas…

Libro Devarim/ Deuteronomio 21:10 – 25:19

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En esta Parashá el Zóhar nos aclara la importancia de no ver la Torah solamente como un libro de relatos interesantes… pues cada palabra plasmada en este documento de 5 libros en realidad es la palabra del Creador dirigida a la humanidad de todos los tiempos.

Recordemos que El Creador es atemporal, sin principio ni fin y de igual forma todo lo que proviene de Él, por lo tanto su palabra funciona de la misma forma, lo que nos muestra que la Torah no es un libro histórico. Podríamos creer que fue escrito para un grupo de personas que vivieron en el pasado, pero en realidad el Zóhar nos revela que estos 5 libros que conforman la Torah fueron escritos específicamente para todos los habitantes del siglo XXI!!!

En la Torah todo tiene significado, cada letra aramea, grande o pequeña cada punto y coma y cada corona sobre cada letra e incluso cada espacio vacío entre palabras.

El tema de la Torah y su comprensión es un tanto controversial pero el Zóhar es determinante en explicar que ante el entendimiento de dichos escritos existen 3 tipos de personas:

1. El que se fija solamente en las ropas de una persona… esto se refiere al significado literal de las escrituras lo que se ve en blanco y negro, las historias tal cual se leen a simple vista.

2. El que no se fija en las ropas sino en el cuerpo de la persona… es aquel que busca algo más profundo, sabe qué hay algo más importante y significativo que solamente el significado literal y busca la esencia.

3. El que no se fija ni en las ropas, ni en el cuerpo, sino se dirige directamente al alma de la persona… esto se refiere a los sabios y eruditos que no dudan en perder el tiempo en las simplicidades y se enfocan en la profundidad y poder de los secretos ocultos bajo la ropa y el cuerpo de la Torah.

Visto de esta forma podemos decir que las historias literales de la Torah son como la ropa que nos permite cubrir pero a la vez expresar “un poco”.

La interpretación de dichas historias viene a ser el cuerpo de la Torah, que nos permite ver algo más significativo pero no muestra la esencia real. Los secretos ocultos bajo la ropa y el cuerpo son el alma de la Torah, lo que es la verdad sobre ella.


Conozcamos los códigos de esta lección:

Lineamientos para la guerra…

Esta lectura inicia diciendo “Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos…”  explica lo que sucede cuando un hombre va a la guerra y corre el riesgo de perder su vida; pero si lo vemos en el sentido literal a pesar de que las guerras se siguen dando en el mundo, no todos somos soldados y también es muy probable que muchos de nosotros nunca tengamos que combatir como lo hacen ellos.

Pero al entender lo que se explicó anteriormente con respecto a que la Torah no trata sobre historias, busquemos entonces el verdadero significado:

La Torah siempre tiene un mensaje para todos y su mensaje es Universal aplica tanto para mi como para ti o tu vecino.

El Zóhar nos explica que cada día de nuestras vidas salimos al campo de batalla, exponemos nuestra vida constantemente porque estamos en guerra con el “Satán”/ EGO. La guerra mencionada en este capítulo es nuestra batalla constante con nuestro lado negativo, no es una guerra física sino espiritual en la que combatimos cada día.

Suena agotador y paranoíco, pero es la realidad que venimos a experimentar al mundo físico. Ni venimos de paseo ni a vacacionar; venimos a encontrarnos, a revelar nuestra luz, nuestro máximo potencial, pero hay un oponente que nos reta a hacerlo lo mejor posible!

Podría verse como que vivimos en un mundo hostil y todo el tiempo requerimos de protección, defensa y ataque, pero no es así, lo cierto es que somos nosotros quienes provocamos que el entorno sea hostil o no. El principal problema que enfrentamos es que la mayoría ni siquiera somos conscientes de que estamos en guerra, no creemos que es necesario mantener a raya nuestra negatividad y nos enfocamos en que las cosas “nos pasan” en vez de ser conscientes de que nosotros las producimos.

Hay que reconocer que estamos en medio de la batalla y que no es contra ningún agente externo pues la única fuerza real que nos sabotea en la vida es nuestra propia negatividad… “dormimos con el enemigo”, lo tenemos tan cerca que incluso muchos buscan autoengañarse creyendo que el EGO es su amigo. Podría aparentar serlo, pero sería como esa clase de amigos que te sonríen de frente y te apuñalan por la espalda sin dudarlo.

En la vida experimentamos oscuridad como resultado de nuestras acciones, palabras y pensamientos así como de las causas en nuestras vida pasadas. Todo esto se acumula y crece si no lo resolvemos.

Pero no podemos emprender la lucha sin las herramientas adecuadas y sin saber qué clase de batalla hay que librar. Pues no es lo mismo una batalla aérea que una marítima, como no lo es una batalla física y una espiritual.

Para planear una estrategia es necesario conocer al oponente. Y aquí es importante saber que la mayor arma de nuestro EGO es la capacidad de congelar nuestra disposición a luchar; nos convence de que no es necesario hacerlo y de esta forma ya ganó la batalla o incluso la guerra. Es algo así como cuando el equipo contrincante no se presenta al partido a la competencia y el equipo presente gana por default.

El Zóhar nos explica que una vez reconocemos que estamos en guerra, nuestro siguiente paso es trabajar en nuestra estrategia para luego entrenarnos para salir preparados al campo de batalla.

El concepto principal de este capítulo es el “recordar y estar conscientes del hecho de que estamos en una batalla constante con el lado oscuro” aunque suene a StarWars, en realidad es un hecho lo queramos aceptar o no!… entre aceptarlo y hacer algo o negarlo y evadirlo, la victoria y nuestra libertad están en juego.


 

Venimos al mundo a encontrar nuestra alma…

¿Te has sentido desconectado de ti mismo? ¿Sabes quién eres? o ¿sientes la necesidad de buscar entenderte de verdad?

Lamentablemente estamos desconectados de nuestro ser interior y encima de ello no entendemos el propósito de nuestra existencia.

¿Será que solamente nacemos para morir?

La Kabbalah nos explica que la única razón por la que estamos aquí es para encontrar nuestra alma, nuestra Luz interna, nuestra chispa divina o como quieras llámarle… estamos aquí para aprender a vivir de forma plena y lo lograremos al comprender que todo lo que necesitamos se encuentra en nuestro interior en la Luz que yace en cada uno de nosotros!!!

No se trata de conectar hacia algún lugar externo, alguna fuente d energía externa, sino se trata de una conexión interna.

Todos los detalles expresados en la lectura de Ki Tetzé son tecnología para eliminar las cortinas que cubren nuestra alma y que nos impide reconocernos a sí mismos.

Este capítulo también nos advierte de no caer en el engaño del Satán quien hará que la negatividad se vea como “una mujer hermosa o cualquier otra cosa que deseemos y que sea irresistible admirar”

La negatividad se compara con una mujer hermosa que hace que el hombre caiga ante la tentación, no porque las mujeres seamos malas, sino porque el código de la energía negativa es lo femenino que responde a esta polaridad, representa el imán, el deseo la fuerza de atracción. Pero esta energía puede ser “buena o mala” por ponerle una etiqueta dependiendo a lo que nos esté atrayendo que puede ser al deseo de recibir para compartir o el deseo para sí mismo.

Nos explica también del respeto por el bien ajeno y lo importante de cuidar como nuestro lo que encontramos perdido. Si descuidamos o tratamos sin valor las propiedades ajenas no nos hacemos merecedores de lo que puede llegar a ser propio y este es uno de los motivos por los cuales muchas personas que hacen mal uso de lo ajeno, tratan mal dichas posesiones, las arruinan, etc. Luego no logran manifestar abundancia y prosperidad en sus vidas, ya que si no podemos tener aprecio por lo que le pertenece a otros denota egoísmo y esto anula el derecho a lo propio.

Así mismo Ki Tetzé nos habla de la empatía por el dolor de los animales, ya que esto es un reflejo de la preocupación que un hombre puede reflejar por su pueblo y su gente.


La ropa del hombre y de la mujer no deben mezclarse en los géneros…

Nos dice este capítulo que la ropa de hombre no debe ser usada por la mujer y la ropa de mujer no debe ser usada por el hombre. Esto se refiere a que la energía masculina y femenina no deben combinarse en ciertos momentos específicos ya que las mujeres representan la vasija o energía receptora y los hombres atraen la Luz para colocarla en la vasija y son energía dadora, si la identidad de estas energías es confundida se crea corto circuito pues cada energía tiene una función específica desde el origen y no puede ser alterada por deseos o ideas del EGO aunque este así quiera convencernos de lo contrario.

El cuidado de nuestra energía…

Por otro lado este capítulo también nos enseña sobre la importancia de respetar las energías que pueden hacernos sentir incómodos… como cuando una persona nos hace sentir incomodidades muy fuertes y a pesar de nuestro esfuerzo la otra persona no colabora, forzar las cosas puede crear cortos circuitos que fácilmente se convierten en energía negativa al punto de caer en el odio o rencor.

Por lo tanto debemos cuidar de nosotros mismos y procurar cuidar de los demás, procurando ser sensibles y evitando ponernos a nosotros mismos o a otros en situaciones incómodas, forzando relaciones, asociaciones o vínculos.

El amor al prójimo no implica que tengamos que convivir con todos, simplemente el cuidar de estar del lado correcto en la vía del Amor y no del odio. Y si para ello es necesario guardar distancia pues eso es lo correcto a hacer.

Lashón Hará/ mal de lengua…

Nuevamente se nos habla sobre el gran daño que ocasiona el mal de lengua, en este caso específicamente el costo que tiene el difamar la reputación de una mujer…

En Ki Tetzé se narra la historia de un hombre que difama a su mujer por cometer actos “impuros” y tener comportamiento inmoral. En este caso la historia revela los códigos para explicar las implicaciones de difamar la reputación de una mujer sin tener constancia y con la intención de conseguir sentencia contra ella.

El código que se revela es que la mujer es considerada la Tierra en la que se siembra para obtener el fruto, es la vasija que contiene la energía para ser manifestada y cuando un hombre la difama en busca de venganza por no haber obtenido más de ella o porque la desprecia después de haberla utilizado, etc., etc. Lo único que logra es sentenciarse al él mismo por señalarla con odio, se acusa a él mismo como no merecedor de la tierra y por lo tanto no habrá tierra (mujer) en el futuro que esté dispuesta a recibir su energía para generar fruto.

La energía femenina es una sola y si un hombre la difama lo hace en general aunque ésta no sea su intención original. El odio gratuito nos afecta a todos porque somos uno solo aunque aún no seamos capaces de reconocerlo.

 

Adulterio…

En otra sección se explica las implicaciones de una mujer de quien se sospecha cometió adulterio, al ser casada y haber tenido relaciones con un hombre soltero.

La Torah dice:

“Si se encuentra a un hombre acostado con una mujer casada, los dos morirán, el hombre que se acostó con la mujer y la mujer; así quitarás el mal de Israel.”

Sabemos que aunque estos casos resultan muy frecuentes el decreto de muerte no se cumple… al menos en todos los casos. Y es que el código que aquí se revela no es sobre la muerte física como tal, ni a la accion de adulterio como tal; sino a la energía de destrucción que esto atrae a nuestras vidas, causando grandes pérdidas a cambio de un momento efímero. La energía de muerte es aquella que destruye vidas, salud, proyectos, relaciones, la prosperidad, La Paz, etc.

Sobre la dignidad…

Se nos habla también e tratar a nuestros deudores con dignidad, pues en realidad no podemos garantizar que sean ellos los que necesitan de nosotros o nosotros quienes necesitemos de ellos y la humildad tiene un papel importante en este tema… pues una persona que posee una mejor posición que otra, debe ser humilde, la verdad puede ser que a la persona que se le prestó el dinero haya venido a este mundo solo para darle la oportunidad de “dar” al prestamista, es decir que en realidad no es él quien necesita del dinero en sí, sino es el prestamista quien necesita de esta persona para aprender a dar.

Con respecto al tema económico la Torah también toca el aspecto del pago a nuestros trabajadores o en el caso de que tengamos una deuda con alguien. Se nos explica que hay que hacer los pagos lo antes posible y no permitir que el tiempo juegue el papel de saboteador incrementando el tiempo de la deuda aportando mas carga energética que luego se hace pesada. Entre el pensamiento y la acción no debe existir mucho tiempo, si tenemos la intención de realizar una acciono, es mejor hacerla ahora y no dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. De esta forma evitamos que el tiempo funcione en nuestra contra, creando espacio de separación.


Como podemos ver el libro de Devarim nos enseña mucho sobre la forma correcta de comportarnos antes las múltiples y diferentes situaciones que podemos enfrentar día a día, nos ayuda a conectar la causa con el efecto de una forma más clara y a hacernos conscientes de nuestras elecciones y acciones.

Espero tengan una excelente semana y nos vemos en la próxima parashá “Ki Tavó”

La Tefa.-

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