Libro Devarim/ Deuteronomio 7:12 – 11:25
AUDIO
EKEV significa “talón”.
Todas las almas que reencarnaron en nuestra generación actual ósea los que actualmente habitamos el mundo provienen del cuerpo de Adam y las partes del cuerpo de Adam que faltan por corregir o iluminar son sus talones y pies; estas son las partes que se conectan a Maljut lugar en donde habita Satán.
Esta porción nos cuenta que la humanidad es el cimiento de todo lo creado, por eso es tan importante y que a su vez, estar hasta abajo en el árbol, no implica que sea lo menos importante, porque al final todo lo creado fue para la humanidad.
También dice que el hombre debe aprender a ser humilde pues solo así abre su corazón y puede escuchar los preceptos del Creador.
La intención de enviarnos a este mundo era, que nos encontráramos a sí mismos y descubriéramos la manera en cómo funciona La Creación, al irlo entendiendo sabríamos cómo vivir la vida de forma correcta y finalmente cumplir con nuestra misión, para entonces poder elevarnos de vuelta al mundo superior.
El Zóhar nos explica la porción que está escrita en el cantar de los cantares, la platica entre el pastor (El Creador) y la mujer (el Alma del hombre).
Nos cuenta que todo lo que tenemos que hacer acá es aprender a vivir, y la única forma de vivir de forma plena está explicada en la Torah, por lo que prácticamente venimos a estudiar la Torah para entonces poder aprender a vivir. Si las almas suben al plano superior sin haber conocido la Torah no saben vivir y tampoco saben acerca de cómo funciona la creación, por lo tanto no están capacitadas para entrar al plano superior, pues no cumplieron su propósito de encarnación física y entonces, se les manda de vuelta a reencarnar hasta que aprendan lo que deben aprender.
En el mundo la persona estudiosa de la Torah y sus secretos es considerada por los “exitosos” como inferior, porque ellos no entienden de qué les sirve dedicar su vida al estudio si no gozan de éxito, fama y fortuna como lo haría un actor famoso, un empresario de alto nivel o un rock star. Lo que no saben es que todas esas personas que se dedican al estudio están aquí para enseñar a todas esas personas que creen que lo saben todo y que creen que tienen una vida exitosa únicamente por lo que poseen a nivel material, pero sin poderlo evitar y en algunos casos sin consciencia de ello, siempre continúan en búsqueda de “algo” más porque aún sienten un vacío muy grande en su interior que aún no saben cómo llenar; y por si no fuera poco, si algún día llegaran a perder la fama, el éxito y la fortuna, para ellos sería considerado EL FIN.
Los estudiosos son los pastores del rebaño, el rebaño son las ovejas perdidas que creen que la vida consiste en vivir para trabajar, comer, tener éxito material y reconocimiento. Pero cuando el pasto se acaba se quedan sin alimento y no saben a dónde ir para seguir comiendo y sosteniendo su estilo de vida para sentirse vivos.
El único alimento real que el hombre necesita es la Torah!, que es el alimento del alma, el que entiende las instrucciones de este manual de vida y las pone en práctica será próspero, sano, exitoso, reconocido y todo ello en plenitud, porque su soberbia de creer que lo sabe todo desaparece, conecta con la humildad y abre su corazón al Creador.
“Escucha y aplica con certeza”
No fuimos enviados a luchar contra la oscuridad, sino a aprender a alearnos con aquel que es el único que puede aplacar a la oscuridad. Creer que somos tan fuertes como para derrotar la oscuridad de nuestra vida es EGO, es soberbia, porque se nos olvida que aún no somos YiSRAeL y que la única forma de serlo es en alianza con El Creador.
“Enciende la Luz”
Tal vez no entendemos cómo funciona la tecnología de la Luz y nuestro cerebro no comprende cómo al presionar un interruptor la oscuridad desaparece. Pero si entendemos que al presionar ese interruptor eso es lo qué pasa y eso es suficiente para nosotros, al final lo que nos interesa es tener luz en la habitación.
“De esa misma forma funciona la tecnología divina”.
La oscuridad es el caos en nuestra vida… solo detente un poco para observar en qué áreas de tu vida hay oscuridad , qué te asusta, qué te preocupa, qué te duele, qué esta mal en tu vida???
La única forma de acabar con esa oscuridad es presionando el interruptor y entonces La Luz del Creador es la que se encarga de el resto. Solo tenemos que abrirnos a Él, con la misma certeza como cuando presionamos el interruptor y sabemos que la habitación se ilumina y la oscuridad se va! Si dudamos por un momento de que Él se hará cargo entonces no sucederá!!!, porque eso indica que nuestra conexión no es sólida.
No tenemos que luchar contra nada… hay que reconocer que no somos tan poderosos, que quizá podemos resistir pero al final lo que “resiste persiste”. El error de la humanidad es pretender acabar el caos con más caos, guerra con más guerra, erradicar la violencia con más violencia, el odio con más odio, etc.
La sabiduría de la Kabbalah consiste en enseñar TODO acerca de “La Luz”, nos revela la energía de la Fuerza de la Luz, nos enseña cómo remover el caos de nuestra vida utilizando la Luz. Actualmente comentemos el error de pretender erradicar el caos de nuestra vida removiendo los obstáculos solamente a través del nivel físico y de esta forma el caos nunca se erradica totalmente… siempre quedan secuelas o cicatrices y esto sigue implicando caos y dolor.
La forma correcta de hacerlo es dejando que La Luz sea quien limpie el caos, pero eso pasa solamente en el plano espiritual de nuestra vida no en el físico. Al utilizar las herramientas adecuadas que nos enseña la Torah y El Zohar podemos entender la forma de presionar el interruptor y que la Luz haga el resto!
A esto se refiere la lectura de Ekev cuando dice que el pueblo recibirá bendiciones si escucha las ordenanzas del Creador y las cumple.
El Creador le dijo al pueblo que la Luz estaría acompañándolos en “Israel” destruyendo cualquier cosa que les impidiera avanzar en el camino…
OJO… dijo en Israel!!!
Pero para llegar a Israel solo lo podemos hacerlo con la certeza en el Creador, cuando tenemos certeza en nuestra conexión con Él… no se trata de ver para creer sino creer para poder ver!
Cuenta esta lectura que a pesar de tantos años en el desierto la ropa de las personas no sufrió desgaste. Y según la Kabbalah el ADN está estructurado para durar “eternamente”. Pero en la actualidad sucede que sufrimos desgaste físico, enfermedades, envejecemos y morimos… esto pasa porque dejamos entrar al Satán/ EGO (El Gran Oponente) en la consciencia y es él quién opera el vehículo que nos permite movernos en la experiencia terrenal.
Venimos aquí a efectuar un cambio en nosotros mismos, a reconocernos, a encontrarnos y si queremos que nuestros cuerpos duren lo que estaban destinados a durar, tenemos que tomar el control del vehículo y tomar responsabilidad de nuestra consciencia.
“La comida”
Esta Parashá también nos cuenta que Moshé le dio al pueblo un anticipo de lo que sería la tierra prometida, les contó que nunca les haría falta alimento (trigo, cebada, vino, higos, granadas, olivos y miel) todos estos alimentos no son literales, se refieren a códigos que nos permiten la conexión con el Creador y todos son ingredientes en las conexiones de las ventanas cósmicas.
En cuanto al alimento físico, les dijo que el alimento tendría todos los nutrientes que necesitamos para vivir pero que había que consumirlos de la forma correcta, el problema es que en la actualidad “vivimos para comer” y no comemos para vivir, nuestros alimentos son contaminados con pesticidas y alterados de forma química y genética, producimos más alimento del que realmente necesitamos y eso produce energía de muerte por medio de lo que desperdiciamos.
Al tener una relación con los alimentos de esta forma negativa estamos provocando efectos negativos en nuestra salud que repercuten en alteraciones en nuestro cuerpo como la obesidad, anorexia, enfermedades por alimentos, alergias, intolerancias, intoxicaciones, etc. Nuestra consciencia al momento de comer es lo que determina el valor nutricional que obtenemos de los alimentos, si tenemos la consciencia correcta, la Luz entra y no solo nos nutre, sino que nos protege también de los contaminantes que puedan contener. La Luz es más poderosa que cualquier cosa creada por el hombre, porque todo proviene de ella.
Conectar con los alimentos desde que los compramos hasta que los comemos es importante, ellos también tienen consciencia y al hacer la conexión la Luz pasa de ellos a nosotros!
Al pueblo se le advirtió NO OLVIDAR LAS INSTRUCCIONES DE DIOS, porque estaba predicho que cuando la vida se hiciera fácil ellos olvidarían y entonces todo el caos regresaría. Es al cumplir con las instrucciones es cuando estamos presionando el interruptor que permite que la Luz se haga presente, pero si dejamos de presionar el botón, no estamos permitiendo que eso suceda.
El SOD (Secreto)…
“Hacer el rezo de la Shemá y la meditación del Aná Bejóaj, es cumplir con los 613 preceptos”.
Esto solo lo entiende el que ha estudiado y comprende los secretos de la Torah. De otra forma habrán muchas personas tratando de llevar a cabo de forma física cada uno de los preceptos y se frustrará y dejará todo tirado al darse cuenta que humanamente no es posible; pero estos en realidad son preceptos para el alma y el alma es la Luz del cuerpo.
El error que el hombre comete es reemplazar al Creador con algo o alguien más, como por ejemplo, reemplazarlo con el trabajo que le da dinero para comprar lo que necesita… pero luego olvida o incluso nunca se entera de dónde viene ese trabajo y de dónde viene todo lo que obtiene por medio de él.
“Conocer El sistema de las 3 columnas”
Nos referimos a las 3 columnas del Árbol de la Vida, esta es la forma en la que opera la creación… lo aprendemos cuando estudiamos sobre Avraham (derecha) Yitzjak (izquierda) y Yaakov (Central).
Es por medio de estas historias que podemos aprender cuándo nos corresponde tomar lo que es nuestro por mérito, cuando compartir y ceder y cuando restringir el deseo… esto es lo que nos permite el equilibrio. El equilibrio es lo que nos permite tener autoridad sobre nosotros mismos y por consecuencia sobre todo lo demás.
“Astrología Kabbalística”
Moshé le dijo al pueblo que habían sido rebeldes ante Dios desde el día en que los había conocido…
Según la Astrología, esta rebeldía viene de nuestra parte influenciada por Aries (en nuestro interior tenemos la energía de los 12 signos). Aries es el signo que no tiene disposición para ceder, comete el mismo error una y otra vez y se rehúsa a aprender y entender que las cosas requieren hacerse de forma diferente algunas veces.
Pero cuando cometemos un error una sola vez y aprendemos de ello, es como si nunca hubiéramos cometido ese error en lo absoluto. Y el karma que pudiera acarrear se elimina pues se compensa con el aprendizaje y el entendimiento, es decir que “hay iluminación”. Los errores se convierten en un problema cuando insistimos en seguirlos repitiendo sin ánimo ni apertura al aprendizaje. Nuestras fallas frecuentes le dan poder al Satán y lo usará en nuestra contra por medio del Karma.
“Las tablas”
Moshé las rompió al ver lo del becerro de oro con sus propios ojos, lo hizo por una parte por decepción y enojo al ver que de nada había servido todas las enseñanzas del camino y también para preservar el poder y los secretos de las tablas.
Pero luego el Creador le dio un segundo par de tablas, y esto nos enseña que siempre tenemos una segunda oportunidad y esto solo pasa cuando aprendemos de nuestro comportamiento pasado… “las terceras oportunidades no existen” porque eso solamente demostraría que el error se cometió más de una vez y eso implica falta de consciencia y aprendizaje, más bien terquedad de nuestra parte por hacer las cosas de la misma mala manera.
Al aprender de nuestros errores en la primera vez, nos hacemos más fuertes, mientras que si los seguimos cometiendo solamente nos hacemos débiles y cada vez es más difícil dejar de cometer errores.
La tecnología de la Kabbalah fue revelada en las primeras tablas, pero como cometimos el gran error del becerro de oro, el segundo par de tablas “nuestra segunda oportunidad” fue creado para demostrar que habíamos aprendido del error y que esta vez nos esforzaríamos para no fallar de nuevo poniendo todo nuestro esfuerzo para descubrir por mérito propio los secretos de dicha tecnología y luego compartirlo con el mundo.
En las segundas oportunidades hay un requisito “el esfuerzo”, las primeras veces siempre son fáciles, se nos da todo en la mano, resuelto y revelado, pero si no sabemos apreciarlo y no lo aprovechamos, fallamos y entonces se nos permite volverlo a ganar pero esta vez con nuestro propio esfuerzo, lo que garantiza que si logramos hacerlo bien la segunda vez, el mérito garantiza que lo que obtengamos sea nuestro de verdad.
El Creador solo nos pide que andemos por los caminos que el trazó para nosotros (senderos del árbol) lo amemos (cuando nos amamos a nosotros y al prójimo) y lo sirvamos con todo nuestro corazón y nuestra alma (enseñemos la sabiduría, la compartamos y expandamos el conocimiento sobre la Luz), también nos pide que tengamos temor de Él… pero esto no significa “miedo” sino significa conocerle y conocer esa parte de él que habita en todos nosotros, porque al poder ver esa parte del Creador que habita en mi, puedo entender que también habita en el otro y entonces el odio gratuito desaparecería porque no podríamos desearle mal ni hacerle mal a nadie.
En síntesis el Creador nos pide que tengamos consciencia de su existencia y de su presencia en todas las cosas y en todas la personas. Si pudiéramos entender eso de verdad, entonces podríamos entender que cada vez que hablamos con alguien más, en realidad estamos hablando directamente con Dios.
“El Creador, la pareja, la familia”
Estas son los aspectos de nuestra vida que de verdad importan, lo demás llega por consecuencia de nuestra dedicación a lo anterior.
El hombre fue creado sólo para este propósito, “emular al Creador” y el creador no vive para trabajar, vive para nosotros, si lo pudiéramos expresar de alguna forma… nosotros somos su pareja y su familia y a pesar de que no trabaja lo tiene todo para asegurarse de que no nos falte nada. Esto no quiere decir que nunca en la vida hay que trabajar y realizarnos en los aspectos materiales, entendamos bien que lo que la Torah nos explica es que, es muy diferente gozar de un buen trabajo y bienes materiales que llegan por consecuencia de cuidar y dedicarnos en cuerpo y alma al creador, la pareja y nuestra familia; que hacerlo de la forma errónea que estamos acostumbrados, dedicando nuestra vida al trabajo para darle sostén a nuestra familia, pero sin que nos quede tiempo para dedicar a nuestros seres queridos y verdaderamente compartir nuestros frutos.
Creemos que dedicar nuestra vida al trabajo y a conseguir cosas materiales nos permitirá darle a nuestra familia todo lo que necesitan. El problema es que tal vez consigamos después de crear un gran esfuerzo que nos quite la vida darle todo bien material a nuestros seres queridos, pero no hay tiempo para compartirlo de verdad, no cumplimos con la presencia, el contacto, la conexión y sobre todo la UNIFICACIÓN con ellos, entonces en realidad no hay nada, siempre existirá un vacío!
Ahora bien…
La Torah solo llega a las manos de quienes tienen el corazón abierto, porque las palabras escritas en ella solo son escuchadas y entendidas por quienes quieren escucharlas y entenderlas. De otra forma sería como tener un libro de matemática y querer sanar las enfermedades con él.
“Si alimentamos al alma ésta vive y siente y el cuerpo también la siente y eso permite elevar el cuerpo y entonces iluminamos la materia”.
Vivir para la materia es vivir como animal o muertos en vida, sin sentimientos espirituales, sin apreciación por lo qué de verdad importa, por lo que de verdad nos permite crecer.
Sin sentimientos espirituales nuestro corazón se cierra y la mente se abre a toda clase de pensamientos extraños que nos llevan al caos, la destrucción, enfermedad y pérdida, nos empuja hacia el deseo egoísta, herimos a nuestros seres queridos, destruimos nuestra relación de pareja, porque no logramos ver a Dios habitando en ella, simplemente porque no hemos visto la Luz en nosotros.
“Los milagros del desierto”
El pueblo entero presenció todos los milagros en el desierto durante el éxodo a pesar de ello no aprendieron.
Si hoy tuvieras la oportunidad de ver la división del mar, cuestionarías al creador?
El problema no se trata de lo que vemos, sino de la decisión que tomamos con respecto a cómo evaluaremos lo que vemos. Si lo cuestionamos todo o si le buscamos fallas a todo siempre encontraremos algo mal porque esto corresponde a la ley universal que dice “el que busca encuentra” y todo lo que busques será encontrado.
Pero si en vez de buscar el mal, buscamos lo que está bien y lo que puede elevar nuestra consciencia espiritual, entonces será eso lo que hallemos.
“Israel, tierra de conflicto”
Se hace referencia a que Israel es la tierra prometida, libre del caos y conflicto, Israel es aquel que lucha con Dios y vence al lado oscuro… entonces qué pasa con Israel, porque es todo lo contrario?
El pueblo que lo habita no es Israel, las personas no han vencido a su ego simplemente porque no son “espirituales” sino religiosas. Esto los hace fanáticos de la lucha contra la oscuridad y pelean la guerra con más guerra, crean armas para destruir armas, no elevan su espíritu y entonces no vibran igual que la Tierra física que en realidad si tiene un gran poder para el mundo entero.
Se requiere de elevar la vibración, elevar la consciencia y permitir que salga nuestro máximo potencial, de lo contrario saldrá todo lo opuesto… y para esto se requiere abrir el corazón! Es como una persona que tiene todo el potencial para ser exitoso, pero no hace nada para lograrlo, no se abre a la grandeza, no abre su corazón para reconocerse, no se valora y así el mismo se sentencia a tener una vida de perdedor.
“Compartir de forma correcta”
Quien bebe el agua (Torah) apropiadamente puede saciar su sed, quien no sepa cómo beber apropiadamente solo derramará el agua y permanecerá con sed.
Quien sabe beber apropiadamente comparte a los demás cómo hacerlo, quienes no lo saben, aumentan la sed del mundo… esto se refiere a los sabios que enseñan la Torah desde el Sod y no desde el Pshat.
Para finalizar esta parashá quiero termina con la importancia de tener presente que es necesario guardar en un lugar seguro lo que hemos aprendido de todas las lecciones de nuestra vida… la forma más segura es compartiéndolo con los demás, si aprendemos algo hoy y lo compartimos con otro lo recordamos mejor y esto queda grabado en nosotros por siempre y podremos acceder a ello con facilidad en el futuro.
Que tengan una bendecida semana, nos vemos en la próxima porción “Ree”.
La Tefa.