Es posible que todos hayamos escuchado sobre la astrología y esos temas relacionados con los signos del zodiaco, los vaticinios del futuro el horóscopo y demás. Muchas personas dirán que el tema de la astrología es cosa de charlatanería y un intento por encontrar culpas externas para la buena o mala suerte de lo que acontece en nuestras vidas.
La astrología trata del estudio de la posición y el movimientos de los astros, su influencia en las personas y los acontecimientos del mundo. Se basa en una serie de datos según los cuales, a partir de la interpretación del movimiento de los astros, pueden conocerse y pronosticarse los acontecimientos que experimentamos y que están vinculados con nuestra realidad.
En sus inicios, la astrología era considerada una disciplina académica de rango científico. Sin embargo, con los descubrimientos y la evolución de la física y la astronomía, fue siendo relegada a un segundo plano a tal punto que hoy en día, la astrología es considerada por la comunidad científica como una pseudociencia o como una simple superstición, pues no se ha encontrado una forma científica de explicar de qué manera los astros influyen en los seres humanos y la historia.
Dejando de lado la visión científica, podemos encontrar que a nivel de historia, la astrología es una herramienta, tradición o creencia que viene desde los inicios de muchas civilizaciones que en teoría eran menos evolucionadas tecnológicamente de lo que actualmente estamos. Estas culturas conocían los movimientos exactos de los astros, los ciclos y las energías relacionadas con cada movimiento y alineación que ocurrían en el cielo y se guiaban en ello para crear una realidad menos caótica comparada con la realidad que nosotros experimentamos actualmente alrededor del mundo. Estas culturas eran fieles creyentes de la energía que emanaba del cielo y de como ésta afectaba directamente su realidad física o material.
Estas culturas sabían mucho más que nosotros sobre lo que ocurre allá arriba, no contaban ni siquiera con binoculares, mucho menos con telescopios de largo alcance y alta definición; se dice que estaban únicamente equipados con sus ojos y la determinación de observar el cielo por largos períodos, días, meses o incluso años…¿podemos creer esto?
¡En realidad yo no lo creo!
(Antes de continuar con el tema, quiero aclarar que no soy astróloga, mis estudios se basan en la Kabbalah, que nos enseña que la astrología es algo mucho mas profundo y que definitivamente no proviene de este mundo.
Pensémoslo por un momento, abramos nuestra mente y pensemos que todo es posible… ¿cómo alguien residente del planeta Tierra, podría conocer detalladamente los movimientos, ciclos e influencias de los astros que residen a miles de años luz de nosotros y que apenas podemos ver como pequeños puntitos brillantes desde aquí?… tomando en cuenta que mucho de lo que nuestros ancestros dejaron registrado sobre lo que acontece en el cielo, ha sido comprobado por la ciencia, es que sabemos que es real, aunque la ciencia aun tenga problemas para explicar ciertas cosas de origen esotérico o metafísico y espiritual.
La Kabbalah nos enseña que la Astrología Kabbalística, fue entregada a la humanidad en forma codificada dentro de lo que conocemos como la Torah, o religiosamente hablando la “Biblia”, ¡así es, leíste bien!… aunque debo aclarar que la Biblia y la Torah son dos libros que distan mucho de ser lo mismo, les hago referencia a la Biblia para que tengan una idea de lo que estamos hablando. La Torah es un texto escrito de forma codificada y que tomó mucho tiempo para poder ser entendido; actualmente tenemos acceso a su información a través del estudio de la Kabbalah y sus libros de cabecera como lo son el Zohar (Libro del Esplendor) y El Séfer Yetziráh (libro de la formación), en ellos se hallan contenidos todos los secretos del Universo, incluido el conocimiento de la astrología y la cosmología.)
Retomando el tema…
Sabiendo esto, puedo explicar por qué es que no creo que la Astrología fue la conclusión a la que se llegó con la simple práctica de la observación de los eventos del cielo. La Astrología se entregó a la humanidad como muchas otras herramientas, en un intento de guiarnos hacia una vida equilibrada, libre de caos, pero sobre todo para guiarnos hacia el poder de crear nuestra propia realidad para dejar de ir en automático recibiendo lo que viene y en muchos caso recibiéndolo por sorpresa y digamos que sin previo aviso.
Todas estas herramientas tiene la intención de acercarnos un paso más hacia un estado de consciencia mas despierto y elevado, hacia la realidad de cómo funciona “La Creación” y del papel de participación que tenemos en la elaboración de la realidad que experimentamos.
Nuestra realidad tiene origen en el plano energético o espiritual mejor conocido en Kabbalah como el plano del 99% y cualquier cambio que querramos hacer en dicha realidad inútilmente se logrará desde aquí donde nos encontramos, en el plano físico o material denominado el plano del 1%. Por ello es tan importante conocer el funcionamiento del plano energético, pues es desde allí en donde se fabrica nuestra realidad.
En este punto, creo que es necesario explicar brevemente la diferencia entre Astrología convencional y Astrología Kabbalística, ya que aunque intentan guiarnos hacia lo mismo, la información que nos aportan tiene ciertas diferencias, ya que la Astrología convencional se basa en el calendario solar/ gregoriano, mientras que la Astrología Kabbalística se basa en el calendario Luni – Solar/ hebreo; calendario mucho más antiguo que nos indica cada una de las conexiones con las ventanas cósmicas que se dan en el Universo desde el mismo inicio de su creación y de esta forma poder aprovechar a nuestro beneficio la energía disponible con cada abertura de forma puntual. Mientras que el calendario gregoriano, creado mucho tiempo después fue con el cual se hicieron reajustes a conveniencia de quienes lo instituyeron con respecto a los días y meses, así como los cambios en relación a las ya mencionadas ventanas cósmicas.
Es por ello que los datos y cálculos aveces varían y otras veces coinciden entre ambas astrologías. En mi caso, hago la aclaración de que todos los post que les comparto que tiene relación con los astros siempre serán basados en Astrología Kabbalística, ya que Kabbalah es lo que estudio y enseño.
Entonces… si la Kabbalah explica el origen de La Creación, la Astrología Kabbalística nos sirve para comprender cómo funciona esa parte de La Creación que de forma aparente está sobre nosotros allá en el cielo. Es una rama de esta sabiduría que nos ayuda a comprender el funcionamiento del ser humano en base a la posición de los planetas en los signos en el momento del nacimiento y en su continuo recorrido por el Cosmos; nos revela en qué forma se llevó acabo la Creación y nos permite tomar nuestro papel dentro de ella de forma consciente.
Como les conté en el post anterior, sobre el propósito y misión de vida, cada uno de nosotros tiene un programa que cumplir, una ruta trazada y la Astrología Kabbalística nos ayuda a descubrirla y seguirla; es como un manual o un mapa señalizado y lleno de pistas.
Los signos del zodiaco, son como la señalización del camino que debemos recorrer una y otra vez, hasta haber vivido todas las experiencias posibles. La Kabbalah nos explica que recorremos la rueda del zodiaco como los grados en el colegio y repetimos cada grado/ signo, según sea necesario hasta aprobarlo por completo; pero como es obvio, en este recorrido solemos atascarnos a menudo, en los enredos de las malas desiciones, las postergación, la falta de responsabilidad, la comodidad, los miedos y la negación de aprender con las lecciones experimentadas. Todo esto nos retrasa, nos detiene y es la forma en que fabricamos el “karma” que luego tenemos que resolver o pagar. El viaje no termina hasta que dominemos el funcionamiento de la Creación y nos convirtamos en creadores de un nuevo Universo en perfecto equilibrio entre lo espiritual y lo humano.
“Nuestro karma de vidas previas determina bajo qué signo debemos nacer con el fin de adquirir los rasgos y los atributos necesarios que nos permitirán corregir y transformar nuestra actividad negativa previa, para poder seguir avanzando”.
El zodíaco es el primero de los elementos que estudia la Astrología Kabbalística, el cual está formado por doce figuras que constituyen las 12 fuerzas primordiales, estas fuerzas están formadas por la combinación de diferentes letras hebreas – arameas, las cuales realmente son códigos con valores y energías específicas que funcionan para crear determinados elementos o situaciones.
El zodiaco es como la madre que da su energía para la formación del bebé, que en este caso es nuestro sistema solar. Este sistema solar es lo que en Kabbalah se denomina el “Alma Primordial” = ADAM/ADÁN, que a su vez es el cuerpo que alberga la vida de células y micro organismos que habitan en él… es decir nosotros!
La Creación funciona de forma fractal, siempre una vasija más grande contiene a una vasija más pequeña, como una copia fiel y exacta a la original pero de tamaño más reducido y de forma infinita hacia adentro… como las “matrioshkas”, esas muñequitas de madera que al abrirlas tienen otra dentro y otra dentro y otra dentro, pero imagínalo de forma infinita.
Por eso podemos decir que:
“Conocer el cielo es conocernos a nosotros mismos”
Y así podríamos entender que lo que ocurre allá arriba en realidad es lo que ocurre en nuestro interior.
Entonces… no estudiamos la Astrología Kabbalística para aprender a interpretar nuestro horóscopo; el propósito es elevarnos por encima de las “influencias astrales” y tomar el control de nuestra propia vida.
¿Qué son las influencias astrales?
Como les mencioné hace unas líneas, el zodiaco fue creado con las energías de determinadas letras hebreas-arameas, según la combinación, estas dieron origen a una constelación específica y a un planeta que la rige. Estos planetas también corresponden a las Sefirot del Árbol de la Vida que con sus fuerzas específicas nos van guiando el recorrido a lo largo de nuestra experiencia en este mundo físico.
Los planetas son más que esferas flotantes en el espacio, son vasijas o cuerpos que albergan vida inteligente, no como nosotros la conocemos pero que tienen íntima conexión con nuestra vida. Un planeta así como nosotros esta formado por una parte física y otra energética o espiritual, es decir un cuerpo y un alma. Poseen energías positivas y negativas y así como nosotros responden al sistema de 3 columnas (rigor, misericordia y equilibrio). Los planetas o bíblicamente conocidos como los “vigilantes”, tienen la misión de proteger La Creación y velar por su perfecto funcionamiento. Son los encargados de hacer que esto funcione como debe de funcionar y de que todo lo que sea alterado se repare o corrija y esto es lo que conocemos como “karma”. De igual forma dentro de las responsabilidades de los planetas, está la de crear las experiencias que se van a experimentar en el mundo material; son como los productores de la película y todos aportan su energía para crear películas de drama, suspenso, romance, guerra, acción, miedo, etc. y es a esto a lo que llamamos “influencia astral”.
Es decir que gracias a ellos es que nosotros experimentamos la historia de vida que tenemos; pero esto solo ocurre mientras nosotros permanecemos en un estado de inconsciencia y no tomemos el control de nuestra vida. Mientras vivamos en automático estaremos viviendo la realidad que el Universo nos envíe, y será hasta que nos hagamos conscientes de que podemos elegir y crear por voluntad propia, que saldremos de su influencia y empezaremos a vivir la vida que de verdad deseamos de forma responsable y activa y no solo como actores invitados a participar en la película.
Esto ocurre porque la tarea de los planetas o astros es hacer que La Creación funcione y la función de ésta es servir como escuela para nuestra evolución y mientas nosotros no sepamos operarla no podemos hacerla funcionar como se debe y entonces es como ir en el avión en piloto automático… vamos sentados en la cabina pero no manejamos los controles al 100%; mientras que los controles automáticos son operados por los astros.
Por ello conocer la energía de cada planeta es conocer su influencia sobre nosotros, la cual puede ser positiva, reflejándose en los eventos agradables y fáciles por así decirlo y que activamos por medio de nuestro comportamiento positivo. Mientras que la influencia que experimentamos bajo energía negativa viene siendo todos los acontecimientos duros, dolorosos y definitivamente incómodos, los cuales se activan por medio de nuestras acciones negativas o la falta de responsabilidad sobre nuestra propia vida.
La influencia astral funciona de forma cíclica y será determinada según las alineaciones y planetas en turno, quienes pondrán su energía a disposición de toda la humanidad, de forma que los que vayan en automático se conecten con la influencia de rigor o negativa, ya que es cuando no pensamos y analizamos claro nuestras acciones que todo resulta algo complicado. Mientras que aquellos que transiten de forma consciente y con el conocimiento de las energías disponibles, serán quienes conecten con la parte más favorable de la influencia astral, aprovechando la energía positiva para su beneficio.
El mundo no funciona con el sistema de premio o castigo, sino bajo el mecanismo de causa y efecto… todas nuestras acciones tienen un gran impacto sobre La Creación y nos afectará a todos de forma directa o indirecta, pero nos alcanza a todos. Cada acción que emitimos de forma independiente desencadena una serie de acontecimientos en la vida de otras personas que puede que conozcamos o puede que sean completamente desconocidos, las cuales se pueden ver afectadas de forma positiva o negativa, según lo que nosotros hayamos activado.
“Nuestras acciones tienen consecuencias en varios niveles, empezando por afectarnos a nosotros mismos, luego afectando a las personas que comparten el alma con nosotros, luego afectan a todos los que tienen nuestro mismo signo zodiacal y finalmente afectan a toda la humanidad; cuanto más cercanas sean las personas a nosotros, mayor efecto tenemos sobre ellos”
· El Zohar, Bemidbar/Números 10:12 ·
Dicho esto, bien vale la pena ser más conscientes de nuestros actos y desiciones, conocer lo que acontece en el cielo y así aprender más sobre nosotros mismos.
Por acá les dejo un poco de información general sobre el planeta regente de cada signo, para que conozcan qué planeta tiene influencia directa sobre ustedes desde su día de nacimiento, aunque es importante tomar en cuenta que según el planeta en turno, al final todos nos vemos afectados por la energía de todos los planetas.
MARAVILLOSO¡¡¡