Podría ser el título de una película de miedo, pero en realidad es el título de un acontecimiento por el que todos pasamos tarde o temprano.
Ese momento en el que todo empieza a salir mal, en el que la vida comienza a tocar fondo en cualquier aspecto. Financiero, sentimental o emocional e incluso familiar, en la salud o en lo profesional y en casos extremos he sabido de personas que llegan a perderlo todo y quedarse literalmente en la calle después de haber gozado de una vida bastante cómoda, llena de afecto, salud y abundancia material; de pronto están perdidos y solos.
Parece un cuadro terrible, una maldición que nadie quisiera sufrir, pero es una realidad que por muy oscura que parezca en verdad es una bendición, un regalo del cielo que se nos envía para despertar a la realidad, pero la “verdadera realidad”, la que nos permite conocernos y entender nuestra verdadera naturaleza, esa naturaleza que proviene del origen del “Todo”.
¿Pero cómo algo tan terrible puede ser algo bueno, se preguntarán?
El motivo de este acontecimiento, no es nada mas que guiar nuestra observación y comprensión hacia ese sentido de dualidad en el que etiquetamos todo como “bueno o malo”, analizar todas esas circunstancias que describimos como terribles pero que en realidad las percibimos de tal manera por la voz intensa de la mente que nos obliga a ahogarnos en un vaso de agua, atormentándonos y haciéndonos repasar una y otra vez las historias y los eventos fatales, para poder alimentar al ego con odio, miedo y tristeza, buscando culpables y acusando a otros por nuestras desgracias, minimisándonos sintiendo lástima por nuestro pobre YO. Alejándonos de la responsabilidad de lidiar con nosotros mismos, de asumir el control de nuestra vida y apagar el piloto automático en el que nos hemos conducido por esta y otras vidas durante tanto tiempo, evitándonos, retrasando el inminente enfrentamiento entre el ego y el ser, por la comodidad de hacernos los ciegos ante la inevitable realidad de nuestra luz.
Es la manera en que nuestra Alma o nuestro Ser al fin decide revelarse y luchar contra el falso Yo, “el Ego”. Es el momento en el que al fin empezamos a despertar, cuando la consciencia empieza a hacerse notar y es imposible retroceder!
¿Pero porque tiene que ser tan duro y doloroso?
En realidad el nivel de dificultad dependerá de que tan identificados con nuestro propio Ego estemos, de que tan necios nos pongamos e insistamos en luchar contra la corriente. Se trata de rendirnos pero no como cobardes, sino rendirnos humildemente ante nosotros mismos, para poder borrar todas esas falsas creencias y dar paso a nuestra propia Luz.
Esa rendición llega tarde o temprano, todo depende de la resistencia hacia nosotros mismos, pues no hay ningún enemigo, no hay fuerzas ajenas a nosotros contra quien luchar, solo nuestros propios demonios, nuestros propios “MIEDOS”, porque al final de cuentas todo tiene que ver con el constante miedo… Miedo a estar solos, miedo a no ser reconocidos, miedo a perderlo todo, miedo a no alcanzar nuestras metas, miedo a ser o dejar de ser alguien… miedo, miedo y miedo, pero principalmente “miedo a nosotros mismos”, porque la naturaleza humana nos inclina a temerle a lo desconocido, y la única verdad es que no sabemos quienes somos en realidad, lo hemos olvidado!!!
Cuando conocemos a alguien siempre nos presentamos por nuestro nombre y luego se abre una breve conversación para intentar expresar quienes somos:
Hola mi nombre es Fulano(a) de Tal… soy gerente, maestra, esposa y madre o padre de cualquier cantidad de niños, soy artista, soy profesional, soy ama de casa, soy desempleado, soy deportista, soy el hijo de mis padres, soy X o Y. Pero en realidad así enumeremos una larga lista de oficios, cualidades, virtudes y/o defectos no nos acercamos ni siquiera a sospechar quienes somos en verdad. Y esa es la triste realidad por la cual esa “noche oscura del alma” nos visita, para invitarnos a un viaje en el que el destino final es encontrarnos frente a frente con… LA VERDAD DE LO QUE SOMOS!
Y dicen por ahí que cuando nos rendimos, empieza la limpieza.
No existe una toma de conciencia sin dolor. La gente hará cualquier cosa, no importa lo absurdo, para evitar enfrentarse a su propia alma. Uno no se vuelve iluminado imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad.
Esas son las palabras de Carl Gustav Jung… y tiene toda la razón!
En mi historia personal, esa noche llego hace 6 años, ha sido una noche muy larga, porque hasta hace un par de años pude decir que empecé a ver el amanecer y créanme cuando les digo que nunca había visto esos primeros rayos del sol tan maravillosamente brillantes, pues esta vez, veo que el amanecer nace desde dentro de mi y eso es espectacular e incomparable!!!… simplemente porque ahora siento el sol dentro de mí, porque ahora siento y sé que soy el sol, que soy el mundo y sus habitantes, que soy el universo, el tiempo y el espacio, soy la verdad, la magia, el amor y la vida eterna… y se siente taaan bien!
Así que no hay que temer, no hay que sufrir de más, no hay que culpar ni que odiar, no es la mala suerte. ERES TU TOCANDO A LA PUERTA; presta un poco de atención y escucha lo que tienes que decirte pues el mensaje es muy importante y se hará escuchar de cualquier modo. Todo depende de cuanto decidas hacerte sufrir, así que no hay que resistirse, seamos humildes ante nuestra propia sabiduría pues si el momento llegó es porque nosotros mismos lo elegimos así y esa decisión es irreversible.
Si estas deprimido, si te sientes perdido, enojado con el universo… “¡Felicidades!” A partir de este día en adelante, tu vida tomará un nuevo significado a medida que comiences a entender que nuestros títulos o logros no tienen nada que ver con lo que somos, pues en realidad “somos seres ESPIRITUALES teniendo una experiencia humana” y al comprender esto dejamos de culpar a otras personas y empezamos a mirar hacia adentro en busca de respuestas, aprendemos del perdón y la gratitud y así mismo podemos ver al fin que todas las personas somos la misma luz buscando el mismo destino de evolución en un mundo material en el que nos hemos perdido temporalmente, olvidando nuestra misión de aprender y crecer.
Está bien dudar, está bien dejar de creer, está bien cuestionar lo que creemos que sabemos, al final se trata de un proceso de introspectiva para encontrar el camino dentro del laberinto que el piloto automático nos ha hecho recorrer y finalmente al encontrar la salida comprendemos que todos estamos en la misma búsqueda y nos permitimos ver a todos con el mismo amor que nos tenemos y entendemos que no es nada personal, que no importa que hagan o dejen de hacer los demás… todo es parte del plan divino para encontrar el camino en el amor de regreso al origen!
Luz, amor y sabiduria para todos… Námaste!
Stefanie.
Excelente articulo! Yo siento q tengo un par de noches oscuras al mes xD jaja
Y en el silencio de la noche obscura, cuando todos duermen, cuando todos te dejan. Es el mejor momento para encontrar la respuesta en el interior, donde siempre a estado pero que tanta luz y ruido del dia no nos habia permitido escuchar.
Felicidades!!! Me encanta leerte. Reflexiono mucho y me aclaras muchas dudas… Gracias infinitas 🙏